Ya el año pasado se decía que este ciclo del Sol iba a ser más intenso. Ahora que estamos cerca del máximo solar lo podemos constatar. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos emitió esta tarde la primera alerta por una tormenta geomagnética de categoría G4 en 19 años.
Clasificadas como «severas», estas perturbaciones del campo magnético terrestre son el segundo grado más alto en el sistema de clasificación de la NOAA, lo que significa que pueden interrumpir algunas comunicaciones.
Si bien no se han reportado daños en la red eléctrica, ni interrupciones de servicios satelitales como el GPS, la tormenta ha teñido Europa de rosa por las intensas auroras polares que se pueden ver a simple vista en todo el continente.
Las auroras polares son de color rojizo y se producen en la atmósfera superior, a mucha más altitud que las típicas auroras boreales de color verde de las regiones nórdicas. Pueden tener forma de arcos, bandas, cortinas, etc., explica AEMET.
Las auroras en España
Al norte de España, el Parc Astronòmic Muntanyes de Prades, en Tarragona, está disfrutando de un intenso arco SAR, un tipo de aurora polar:
Mucho más al sur, en Torredonjimeno (Jaén), la escasa contaminación lumínica sigue permitiendo ver la aurora en todo su esplendor:
El Observatorio Astronómico de Calar Alto, en Almería, el extremo sur de España, aprovechó su posición en altura para disfrutar de las auroras desde una latitud sorprendentemente meridional:
Las eyecciones de masa coronal empezaron a llegar a la Tierra pasadas las 21:00 UTC, cuando todavía era de día en el continente americano. Una vez se haga de noche, podrán verse auroras tanto en Canadá como en el norte de Estados Unidos.
En cuanto al hemisferio sur, se han visto auroras antes del amanecer en Australia y Nueva Zelanda. Y justo después del atardecer al sur de Argentina y Chile.
Son auroras intensas, tanto las boreales como las australes. A las 21:39 UTC se detectaron las condiciones de una tormenta geomagnética G4 con un nivel de actividad Kp8. El índice Kp es una escala que mide la actividad geomagnética global y se utiliza para evaluar la intensidad de las tormentas geomagnéticas. Varía de 0 a 9, donde 9 es el valor más alto. Todavía queda material del Sol por llegar.