La guerra de 13 meses entre Israel y Hezbollah ha matado a más de 3.000 personas en Líbano, informó el lunes el Ministerio de Salud del país, más del doble de la cantidad de personas muertas desde su última guerra importante hace dos décadas.
La guerra no muestra signos de terminar, e Israel ha dicho que está llevando a cabo nuevas operaciones dirigidas a la infraestructura de Hezbollah en todo Líbano y en partes de Siria, mientras que Hezbollah continúa lanzando docenas de cohetes hacia el norte de Israel.
Hezbollah comenzó a disparar cohetes hacia el norte de Israel el día después del ataque sorpresa de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que encendió la guerra en Gaza. Hezbollah y Hamás están ambos aliados con Irán.
Durante casi un año, el conflicto estuvo mayormente contenido en las áreas a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano. El conflicto escaló dramáticamente el 23 de septiembre con intensos ataques aéreos israelíes en el sur y este de Líbano, así como en los suburbios del sur de Beirut, dejando cientos de muertos y llevando al desplazamiento de casi 1,2 millones de personas.
Israel comenzó una invasión terrestre del sur de Líbano el 1 de octubre, causando una amplia destrucción en los pueblos fronterizos pero logrando pocos avances en el terreno. Israel dice que está destruyendo armas de Hezbollah y centros de comando cerca de la frontera, incluyendo un extenso sistema de túneles construido por ese grupo.
El Ministerio de Salud libanés dijo que 16 personas murieron y 90 resultaron heridas en ataques el domingo, elevando el número total de muertos a 3.002. Al menos 13.492 han resultado heridos. El ministerio no diferencia entre civiles y combatientes de Hezbollah en su recuento. Israel afirma que ha eliminado a cientos de combatientes de Hezbollah.
En Israel, 72 personas han perecido por ataques de Hezbollah, incluyendo 30 soldados, según la oficina del primer ministro. Más de 60.000 personas han sido desplazadas de sus hogares.