Además de amarrar su división, los Chiefs apuntan a ser el número 1 de toda la AFC
La suerte del campeón. Una vez más, los Kansas City Chiefs (12-1) sufrieron pero lograron conseguir el triunfo en el último segundo. Los bicampeones de la NFL ganaban tranquilamente hace el tercer cuarto cuando Los Ángeles Chargers (8-5) lograron remontar. Sin embargo, con un dramático gol de campo en el último segundo, los Chiefs terminaron imponiéndose 19-17 para ponerse con marca de 12-1 y asegurar por noveno año consecutivo el título divisional de la AFC Oeste.
Los Chiefs dominaron los primeros dos cuartos en donde con dos goles de campo de Matthew Wright y un touchdown de DeAndre Hopkins tomaron una ventaja de 12-0 para marcharse al descanso. Sin embargo, para el tercer periodo, los Chargers comenzaron a acortar distancia con una anotación terrestre de Gud Edwards.
No pasó mucho para que tomaran la delantera por primera vez en el juego, pues la defensiva angelina logró frenar en cuatro jugadas a la ofensiva de Kansas City para recuperar la posesión y en tan solo un pase, donde Justin Herbert buscaba a Quentin Johnson, la defensiva de los Chiefs cometió una interferencia que colocó a los Chargers en campo rival. Ahí Herbert conectó con Stone Smartt para posicionarse en zona roja y el mariscal conectó ahora sí con Johnson para darle la vuelta 13-14.
Los locales volvieron a tomar ventaja con gol de campo de Wright y los Chargers contestaron de la misma forma con Cameron Dicker, por lo que el juego se definiría en los últimos minutos.
Fue ahí donde Patrick Mahomes comenzó a hacer su magia. Primero con una jugada clave en 3ra y 10 donde el mariscal parecía acorralado, pero logró eludir a los defensivos para encontrar a Xavier Worthy; luego en 3ra y 7 Mahomes volvió a brillar, esta vez esquivando una tecleada para encontrar Travis Kelce y acabar por terminarse el tiempo.
Y cuando todo parecía que ya estaba acabado, otra vez la suerte volvió a acompañar a los Chiefs, pues aunque el gol de campo parecía sencillo para Wright, el ovoide pegó en el poste y alcanzó a entrar para sentenciar la victoria y el título divisional para Kansas City.