El impacto que tendrá el recorte presupuestal en el Instituto Nacional Electoral (INE) puso en división a las consejerías pues mientras unos defienden que la prioridad es organizar la elección otros más argumentan la necesidad de no tocar el presupuesto base.
De cualquier forma en las áreas del Instituto todavía no se tiene un análisis completo sobre cómo la disminución, en términos reales de 8 mil millones de pesos, hará viable las dos operaciones más importantes del siguiente año.
Hay quienes expusieron que bajar el presupuesto base afectará áreas tan importantes como son la credencialización y trámites como la renovación así como la capacitación que año con año realiza el órgano electoral.
La discusión en la mesa de consejeros de martes no concluyó en ningún acuerdo pero sí dejó molestias entre los que se conectaron virtualmente, la mayoría no estaba de forma presencial.