La OMS ha alertado sobre el aumento de casos de viruela del mono en los próximos meses, tras confirmarse que son ocho los países europeos en los que ya se han notificado casos.
“Al entrar en la temporada de verano en la región europea, con reuniones masivas, festivales y fiestas, me preocupa que la transmisión pueda acelerarse, ya que los casos que se están detectando actualmente se dan entre personas con actividad sexual, y los síntomas son desconocidos para muchos”, indicó este viernes el doctor Hans Henri Kluge, director regional de la OMS para Europa.
Según Kluge, estos casos recientes son atípicos por varias razones. En primer lugar, porque todos los nuevos casos, excepto uno, no tienen antecedentes de viajes a zonas donde la viruela del mono es endémica, en África Occidental o África Central. En segundo lugar, porque la mayoría de los casos iniciales encontrados se están detectando a través de los servicios de salud sexual y “se dan entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres”, destacó.
De igual forma, se puede considerar que ese brote es atípico debido a la dispersión geográfica de los casos en Europa y fuera de ella, “esto sugiere que la transmisión puede haber estado en curso durante algún tiempo”, señaló el responsable de la organización, agregando que la OMS está colaborando estrechamente con los países afectados para seguir investigando los casos y determinar la fuente probable de infección.
Finalmente, Kluge subraya que la mayoría de los casos que se están investigando actualmente en Europa “son hasta ahora leves”. Ya que la viruela del mono suele ser una enfermedad autolimitada, y la mayoría de los infectados se recuperan en pocas semanas sin tratamiento, resaltó. Sin embargo, advirtió que la enfermedad puede ser “más grave”, especialmente en niños pequeños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas.
Vías de propagación y cómo frenarla
Aunque la viruela del mono no suele propagarse fácilmente entre los seres humanos, la OMS resalta que las personas con sospecha de esta enfermedad deben ser investigadas y aisladas desde la primera aparición de los síntomas, ya que el virus entra en el cuerpo a través de la piel rota, las vías respiratorias, los ojos, la nariz y la boca, y a través de los fluidos corporales. Sin embargo, la principal forma de contagio es el contacto físico estrecho, incluido el sexual, con alguien que tenga la enfermedad.
Asimismo, la higiene de las manos y de las vías respiratorias, junto con el equipo de protección personal y el aislamiento adecuado de los casos sospechosos y confirmados, son también “fundamentales para reducir la transmisión en los entornos sanitarios”, señaló el funcionario.