DISMINUYEN ASESINATOS DE MILITARES DURANTE ENFRENTAMIENTOS A BALAZOS EN MÉXICO

A finales de marzo de este año, un cabo del Batallón de Infantería fue asesinado por agresión con arma de fuego en Culiacán, Sinaloa. Unos días antes, un soldado del Regimiento de Caballería Motorizado cayó durante un enfrentamiento con un grupo criminal ocurrido en Ciudad Mier, Tamaulipas. El homicidio de otro cabo, esta vez en Caborca, Sonora, quedó registrado a principios del mismo mes.

Los reportes oficiales sobre bajas castrenses constituyen una bitácora de la cantidad de enfrentamientos, muertos y heridos desde que comenzó la llamada “guerra contra las drogas”. El asesinato de militares nunca fue tan alta como al final del sexenio de Felipe Calderón: en 2010 fallecieron 47, en 2011 hubo 40 decesos y para 2012 la cifra alcanzó de nueva cuenta las 47 defunciones.

Con la llegada del peñanietismo los índices se mantuvieron debajo de los 24 homicidios anuales de militares y alcanzaron su registro menos violento en 2018, con 11 uniformados caídos.

A tres años y medio de iniciada la política de “abrazos, no balazos”, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cantidad de asesinatos de militares bajó 50 por ciento, con respecto a la primera mitad del sexenio anterior. Los delincuentes abatidos disminuyeron 30 por ciento y los enfrentamientos entre autoridades y grupos criminales cayeron 22 por ciento.

De acuerdo con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en los primeros tres años de la administración de Enrique Peña Nieto, 59 militares cayeron en el cumplimiento de su deber, en 943 agresiones, mientras que, en el primer trienio de este gobierno, sumaron 30 los efectivos que perecieron durante 736 incidentes violentos. En lo que va de 2022 han sido asesinados otros seis militares.

Por el lado de los criminales se reportó que 846 civiles fallecieron entre 2013 y 2015, contra los 591 delincuentes abatidos en el periodo 2019-2021. Las cifras oficiales muestran que a menos balazos, menos fallecimientos.

De acuerdo con la Sedena, en 2013 se cuantificaron 482 agresiones contra miembros de las fuerzas armadas, con un saldo de 24 militares caídos, 154 heridos y 459 criminales fallecidos.

Para 2014, las autoridades militares informaron de 276 hechos de violencia contra miembros de las Fuerzas Armadas, con 17 militares occisos, 84 lesionados y 260 delincuentes muertos.

Al año siguiente la estadística arrojó 185 agresiones, con 18 militares fallecidos, 55 heridos y 127 civiles armados abatidos.

DIEZ MILITARES CAÍDOS AL AÑO
En la presente administración han disminuido los enfrentamientos a balazos, al igual que los militares asesinados y heridos. En promedio, van 10 militares caídos cada año.

En 2019 sumaron 242 atentados contra miembros de las Fuerzas Armadas, con un saldo de 11 militares fallecidos, 84 heridos y 197 delincuentes abatidos.

La Sedena documentó que en 2020 ocurrieron 260 agresiones contra su personal, con seis uniformados muertos, 56 heridos y 233 civiles que perdieron la vida.

Los militares caídos en 2021 fueron 13 en 234 ataques, con 74 heridos; mientras que 161 presuntos delincuentes perecieron.

Las cifras globales señalan que entre 2008 y abril de 2022 ocurrieron 5 mil 271 agresiones entre elementos de la Sedena y grupos criminales, en la cuales fallecieron 304 militares y mil 800 resultaron heridos. Los agresores fallecidos ascienden a 5 mil 232.

En promedio, fallece un delincuente por cada enfrentamiento. Hay un militar caído por cada 17 choques entre militares y grupos criminales.

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