La inflación y las afectaciones en las cadenas de suministro han debilitado los cimientos de las cementeras que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). En lo que va del 2022, el precio de sus acciones acumulan caídas de doble dígito, que se traducen en una pérdida conjunta de 4,204 millones de dólares en valor de mercado.
La regiomontana Cementos Mexicanos (Cemex) ha perdido 39.96% en la BMV, para cotizar en 8.40 pesos por acción, un nivel similar al de finales del 2020, cuando impactó la pandemia del Covid-19.
Por su parte, los papeles de GCC (antes Grupo Cementos de Chihuahua) han perdido este año 11.42%, a 140.35 pesos cada uno, un precio similar al de marzo del 2021.
La menos impactada es Cementos Moctezuma, pues sus títulos caen 1.34%, en 64.62 pesos por unidad, manteniendo niveles semejantes a los primeros días de enero, ya que es una acción poco bursátil.
Analistas explicaron que las empresas se han visto impactadas por la inflación y aunque han ajustado el precio de sus productos para contrarrestar el aumento en sus principales materias primas, no ha sido suficiente para detener las liquidaciones en Bolsa.
Alejandra Vargas, analista en Banco Ve por Más (Bx+), explicó que las acciones de las cementeras iniciaron el año con volatilidad, por la alta inflación y complicaciones por impactos en las cadenas de distribución.
En la primera quincena de mayo la inflación en México se ubicó con una alza anual de 7.58 por ciento.
“Algunas compañías han logrado contrarrestar los efectos de la alta inflación, con incremento en precios o márgenes promedio”, destacó.
“Los desafíos globales como menor dinamismo económico, mayores costos de energía y materias primas, así como las interrupciones en las cadenas de suministro, han moderado las perspectivas de crecimiento, pero los aumentos en el precio compensan parcialmente los desafíos de costos”, dijo José Espitia, analista en Banorte Casa de Bolsa.
Este martes, cuando el principal índice accionario de la BMV, el S&P/BMV IPC, terminó con un ligero descenso de 0.14%, las cementeras tuvieron mayores ajustes. Cemex perdió 3.78% y GCC 2.20 por ciento. Cementos Moctezuma no registró variación respecto a la sesión previa.
Para las cementeras internacionales el panorama no es distinto. En una muestra de seis empresas públicas, solo la suiza Holcim ha ganado en Bolsa 1.08% en 2022. En contraste, la estadounidense Martin Marietta Materials acumula una caída de 26.14 por ciento.
Las acciones de la colombiana Cementos Argos, bajan 13.26% y la china Anhui Conch Cement pierde 8.39 por ciento. Ambuja Cements, de la India, cae 4.25% y LafargeHolcim retrocede 3.17 por ciento.
Tanto las emisoras mexicanas como las internacionales han borrado un total de 29,912 millones de dólares en su valor de mercado. Anhui pierde 17,911 millones de dólares, Martin Marietta, 7,189 millones y Cemex, 3,940 millones.
En este año Cemex y GCC ya subieron los precios de sus productos en los mercados donde operan. Aun así, anunciaron que para la segunda mitad del año analizan nuevos aumentos.
Adicionalmente, han manifestado que para enfrentar las presiones por el incremento en los precios de los energéticos su apuesta por operar con energía renovable se ha vuelto más relevante.
Para Cemex, la inflación se ha sentido principalmente en el gasto de la energía utilizada en la producción de cemento, pues representa cerca del 30% de sus costos totales de producción.
Enrique Escalante, director general de GCC, expuso en conferencia telefónica con analistas, que a partir del 1 de julio aplicará otro aumento en la tonelada corta de cemento para la construcción, siendo el segundo incremento del año. En enero las alzas fueron de entre 6 y 8% en los precios de cemento para la construcción en todos sus mercados, entre ellos, México y Estados Unidos.
“Hemos mantenido conversaciones con los clientes, advirtiéndoles que esta puede no ser la última subida de precios del año. Hay expectativas de que podría haber otro, hacia fines de año”, dijo.
El directivo mencionó que la inflación, los aumentos en las tasas de interés, las presiones en la cadena de suministro y escasez de mano de obra, así como la pandemia y la guerra en Ucrania han tenido serias implicaciones en la industria cementera.
Alejandra Vargas estimó que las presiones inflacionarias seguirán provocando un aumento en el precio de las materias primas, como los energéticos, que afectarán los márgenes de las cementeras, pero las perspectivas son atractivas.
“La industria sigue con presiones en márgenes, pero aun existe demanda acumulada por proyectos suspendidos por la pandemia. Los planes de infraestructura de países desarrollados, principalmente Estados Unidos, podrían impulsar los números en 2023 y probablemente a finales de este año”, comentó.
Ante este panorama, José Espitia dijo que la rentabilidad se verá presionada, sobre todo en el primer semestre del año, mientras que para el segundo semestre, dada una base de comparación menos difícil y aumentos de precios, deberían mejora el panarama para las empresas.