El Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, asistirá a la Cumbre de las Américas, que se celebrará en junio en Los Ángeles, donde está previsto que tenga un encuentro bilateral con su homólogo estadounidense, Joe Biden, confirmaron a Efe fuentes oficiales.
El mandatario ultraderechista, que en octubre buscará la reelección, había dejado en el aire su participación, pero finalmente ha optado por asistir a la cita continental en la ciudad californiana, que tendrá lugar entre el 6 y el 10 de junio.
Bolsonaro había recibido el convite este martes de manos del exsenador demócrata Christopher Dodd, asesor especial designado por la Casa Blanca para la IX Cumbre de las Américas, objeto de críticas después de que EU diera a entender que no invitará Cuba, Nicaragua y Venezuela al no considerarlos democracias.
Ello ha generado un profundo malestar en algunos gobiernos latinoamericanos, que han supeditado su asistencia a la cumbre a la inclusión de todos los países de la región, como así lo manifestaron el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Bolivia, Luis Arce.
Arce, incluso, tiene previsto acudir este viernes a la XXI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que también contará con la presencia del Presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Los países del Caribe también están divididos sobre si ir o no la Cumbre de las Américas, cuya primera edición fue en Miami en 1994 y desde entonces se celebra cada tres o cuatro años.
Las dudas de Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, no venían, sin embargo, por los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, sino por su relación con Biden, con el que mantiene cierto distanciamiento desde que ambos están en el poder.
El Jefe de Estado brasileño se considera un “amigo” del exmandatario estadounidense Donald Trump, al que apoyó públicamente en la campaña electoral de 2020 y, como el líder republicano, también puso en duda el resultado de esos comicios que venció Biden.
Además, Bolsonaro, en el poder desde enero 2019, fue uno de los últimos líderes mundiales en reconocer el triunfo de Biden.