Al menos 150 personas han muerto y otras cien han resultado heridas en las últimas 24 horas a causa de un nuevo brote de choques tribales en el estado sudanés de Nilo Azul, fronterizo con Etiopía, informaron las autoridades locales.
El gobernador de la localidad de Wad al Mahy, Abdulaziz al Amin, dijo en declaraciones a la prensa que los choques entre las tribus hausa y anqasna se reanudaron la noche del miércoles y se prolongaron hasta la mañana de este jueves, y que el saldo total de muertos hasta el momento asciende a 150.
El oficial describió el nuevo brote de violencia como “algo similar a un genocidio”.
Según Al Amin, uno de los clanes atacó los pueblos de la tribu rival, dispararon a los habitantes, incluidas mujeres y niños, y descuartizaron sus cuerpos con armas blancas. Posteriormente prendieron fuego al poblado para no dejar a ningún residente con vida.
Por su parte, el director del hospital de la ciudad de Wad al Mahi, Abbas Moussa Ibrahim, dijo en un comunicado que el centro recibió 155 cadáveres, entre ancianos, mujeres y niños, mientras que la cifra de heridos supera las 120 personas.
Abbas indicó que los habitantes de los poblados fueron asesinados “de manera horrible”, y que las autoridades han decidido cavar diversas fosas comunes para enterrarlos este mismo jueves.
El conflicto entre las dos tribus empezó la semana pasada y se extendió a varios pueblos, algo que obligó a las autoridades a imponer un toque de queda nocturno.
La tribu hausa se extiende por las mayores partes de Sudán y se dedica principalmente a la agricultura y el comercio, mientras que la anqasna, de origen africano, sólo se encuentra en el estado del Nilo Azul.
Según Naciones Unidas, entre enero y septiembre de 2022, 546 personas murieron y 846 resultaron heridas debido al conflicto entre comunidades y los ataques armados tribales, mientras que más de 211 mil personas se vieron obligadas a dejar su hogar.
La violencia entre la miríada de tribus que habita Sudán es habitual, aunque los estallidos han aumentado en los últimos meses en medio de la grave crisis económica y política, provocada esta última por un golpe de estado militar en octubre pasado que interrumpió un proceso de transición democrática iniciado en 2019.