Las ciudades no están hechas pensando en las mujeres, lo que genera inseguridad y desigualdad para este sector, de acuerdo con un nuevo reporto de la ONU.
El informe, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Universidad de Liverpool, señala que este sector enfrenta diversas barreras que provocan tasas más altas de pobreza, desempleo, tareas de cuidado no remuneradas, barreras a la educación y experiencias de violencia y acoso callejero.
Aproximadamente 4 mil 500 millones de personas, o el 55 % de la población mundial, vive en áreas urbanas, de la cual la mitad está compuesta por mujeres y niñas. Sin embargo, las ciudades están diseñadas con sesgos de género, advirtió el PNUD.
Los principales problemas incluyen el acoso sexual en los espacios públicos y la falta de acceso a instalaciones adecuadas. Por ejemplo, un tercio de las mujeres en todo el mundo no tiene acceso a baños adecuados.
Tras estudiar 28 ciudades globales, se encontró que las mujeres tenían un 10% más de probabilidades que los hombres de sentirse inseguras en el metro y un 6% más de probabilidades en los autobuses.
Además, la encuesta de la PNUD reveló que 32% de las mujeres se sienten inseguras en los espacios públicos por la noche. Sin embargo, 37% dijo que es poco probable que denuncien el acoso público. Las investigaciones también muestran que no utilizan los espacios públicos abiertos con tanta libertad como los hombres.
De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el transporte deficiente e inseguro reduce la participación de este grupo en el mercado laboral hasta en un 16.5%.
El sesgo de género integrado en las ciudades también se refleja en el homenaje a personajes históricos a través de monumentos públicos, ya que son pocos las esculturas y nombres de calles que celebran a las mujeres. Por ejemplo, solo el 2-3% de las estatuas representan a figuras femeninas en todo el mundo.
A esto se suma que las instalaciones sanitarias suelen ser inadecuadas y la mayoría de las mujeres sienten que los edificios, la infraestructura y los espacios públicos no toman en cuenta sus necesidades.
Además, millones de mujeres tienen derechos de propiedad limitados para poseer casas donde viven y el sector profesional, así como muchos puestos gubernamentales y de liderazgo, está dominado por hombres. Igualmente, las fuentes de datos para diseñar las ciudades tienen un sesgo que privilegia las experiencias masculinas.
A nivel mundial, solo el 29 % de las mujeres en los negocios ocupan puestos de responsabilidad en la toma de decisiones. Además, el 39% de las personas encuestadas por el PNUD siente que los profesionales urbanos no tienen en cuenta las necesidades de las mujeres, frente al 8% que sí.
El reporte argumenta que se deben eliminar las barreras para que las mujeres ingresen a puestos de planificación, construcción y liderazgo urbanos, al tiempo que se tiene que hacer más para llegar a quienes influyen en cómo se diseñan las ciudades actualmente.
Ante esto, la agencia de la ONU instó a tomar medidas para eliminar el sesgo de género y mejorar la seguridad, la salud y el acceso de las mujeres a la educación y el empleo.
El informe también muestra que acelerar la participación de las mujeres en la gobernanza urbana en todos los niveles es un requisito previo para un mejor funcionamiento de las ciudades, ya que involucrar sus perspectivas puede conducir a desarrollos más inclusivos, equitativos y sostenibles.