Ricardo Cortés Alcalá, titular de la Dirección General de Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, detalló que actualmente México se encuentra en un “periodo interepidémico” de COVID-19, el periodo más bajo de contagios entre un pico y otro muy probable ante la llegada del invierno.
En la conferencia matutina en Palacio Nacional, se apuntó que México acumula un total de 15 semanas a la baja en la epidemia de COVID-19.
“Actualmente nos encontramos en un periodo interepidémico, es decir, los periodos más bajos en materia de contagios”, argumentó.
“Es el espacio que hay entre un pico y probablemente un siguiente pico como siempre se ha presentado en los periodo de invierno, cuando un incremento en el número de enfermedad respiratoria aguda”, destacó.
Se dio a conocer que en la semana epidemiológica 42, que comprende del 16 al 22 de octubre, se registró un promedio diario de 230 casos por el virus SARS-CoV-2, además de que también se registra una baja en las defunciones por la enfermedad.
“Tenemos un promedio diario de 230 casos por día, con eso estamos viendo los niveles más bajos de contagios”, resaltó Cortés Alcalá.
En lo referente la ocupación hospitalaria de camas generales para atención de COVID-19 se ubica en 2 por ciento, mientras que para personas en situación crítica que requieren ventilador mecánico es de apenas uno por ciento.
La Secretaría de Salud federal detalló que es necesario mantener las medidas básicas de prevención, como el uso correcto de cubrebocas de acuerdo con lo dispuesto en cada localidad, así como sana distancia, lavado frecuente de manos con agua y jabón, o aplicación de alcohol-gel cuantas veces sea necesario y ventilación de espacios, con el propósito de reducir el riesgo de contagio.
En caso de síntomas de COVID-19, la persona debe aislarse por al menos siete días y estar pendiente de la evolución de la enfermedad; si se presentan complicaciones, es necesario solicitar atención médica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió mantener el pasado 19 de octubre la pandemia de COVID-19 como una emergencia sanitaria internacional ante las incertidumbres que persisten, en particular la relativa a la evolución del virus, que podría mutar para ser más peligroso y evadir la inmunidad.