NIÑO SE QUITA LA VIDA AL NO SOPORTAR COMER POR UNA SONDA

Un niño de 14 años de edad decidió quitarse la vida antes que seguir dependiendo de una sonda para comer y seguir viviendo. El adolescente vivía con su familia en la localidad de Woodhall Spa situada en el condado de Lincolnshire, Inglaterra. El chico llamado Henry Tucker sufría de anorexia y tenía autismo, por lo que estaba aún más vigilado por su familia.

Justo dicha situación de ser monitorado casi en todo el tiempo, llevó al chico de 14 años a tomar una drástica decisión sobre el curso que daría su vida. En su diario, el joven Henry escribió que sentía que la vida era “demasiado estresante para él como para ser monitoreado constantemente”. Con ese escenario fue que redactó un mensaje que envió por correo electrónico a la cuenta de su madre llamada Kate.

Henry era atendido de su anorexia y autismo por los servicios de salud del estado británico, pero su familia buscaba el apoyo para ayudar con los gastos médicos del adolescente; sin embargo, justo en el momento en que se presentó la pandemia por el Covid-19, se complicó el proceso por el que atravesaba el niño, provocando un efecto colateral.

Este efecto llevó al menor de edad a tomar la difícil decisión de quitarse la vida. Entonces el mismo día de su muerte, escribió una nota de suicidio que mandó al correo de su mamá. Lo programó para que le cayera a la bandeja de entrada a las 9:00 de la noche en punto. Ese día se pasó encerrado en su habitación hasta que se dieron cuenta de su terrible acción.

Kate leyó el correo demasiado tarde

Kate recibió el correo electrónico en su bandeja de entrada, en donde leyó la carta ya póstuma que escribió su hijo y que dejó a manera de despedida. En el instante en que la madre leía la carta de su hijo, ya era demasiado tarde, Henry ya había fallecido pese a los esfuerzo tanto de su familia como de los servicios de emergencia que trataron de reanimarlo.

El niño se suicidó en su cuarto en Lincolnshire.

Parte del mensaje de Henry en la misiva de despedida contaba la razón de su decisión: “No puedo encontrar el coraje para vivir más tiempo. Es demasiado estresante para mí ser monitoreado constantemente”, redactó el joven quien agregó:

“Por favor, no te sientas triste. Te quiero mamá”, dijo Henry Tucker.

Según las investigaciones dadas a conocer por el medio local Daily Star, Henry odiaba el ambiente de los hospitales. Los médicos que lo atendían aseguraron que tenían muchas dificultades para poder comunicarse con él luego de haber vivido el confinamiento por el coronavirus; la larga cuarentena hizo que el niño cambiara su personalidad de ser un adolescente feliz a uno lúgubre.

La familia también se dio cuenta que habían varias organizaciones que estaban alrededor de Henry, situación que era “abrumadora”, según dijeron los padres del jovencito, lo que tal vez pudo contribuir al suicidio del niño que detestó el par de ocasiones que tuvo que ser alimentado por una sonda gasogástrica.

Si sufres o conoces a alguien que necesita ayuda puedes llamar al número de atención telefónica Línea de la Vida 800 911 2000. Funciona las 24 horas de los 365 días del año a nivel nacional. Los especialistas te acompañan de manera personalizada dando seguimiento a tu necesidad hasta la conclusión de la misma.

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