Las perspectivas de inflación para México sufrieron nuevamente un deterioro por parte de los analistas, mientras que las expectativas de crecimiento para este año mejoraron, pero empeoraron para 2023, al mismo tiempo que se advierte que empeorará el clima para los negocios en los próximos meses.
La Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado del Banco de México (Banxico) reveló que los analistas elevaron a 8.5 por ciento su pronóstico de inflación para este año, por encima del 8.44 por ciento de la estimación anterior. De concretarse esta cifra, sería su mayor cierre de año desde el 2000.
Para la inflación subyacente, el pronóstico para este año aumentó a 8.29 por ciento, desde el 8.08 por ciento previo.
También aumentaron las expectativas para 2023, y ahora se espera que los precios al consumidor aumenten 5.09 por ciento, más que el 4.76 por ciento de la estimación anterior, mientras que para el índice subyacente el pronóstico se elevó de 5.69 a 5.01 por ciento.
Pamela Díaz Loubet, economista para México de BNP Paribas, indicó que, el hecho de que las expectativas continúen al alza en un entorno en donde aparentemente se está llegando al pico de inflación, es un reflejo de cómo se ha afectado el proceso de formación de precios en México.
“Desde nuestro punto de vista, hay tres razones asociadas a este incremento en expectativas: la inflación subyacente está mostrando una mayor resistencia a disminuir; los choques en precios relativos han generado efectos indirectos sobre índices subyacentes, y el pico asociado a la inflación general se mantiene frágil y dependiente de ajustes en componentes volátiles”, dijo.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, coincidió que el componente subyacente es un factor clave. “Estamos teniendo presiones adentro y afuera. En el exterior tenemos el rompimiento del acuerdo que hizo Rusia para permitir la exportación de granos desde Ucrania; y por otro lado los recortes de la producción de petróleo anunciados por la OPEP, además de nuevos confinamientos en China, que hacen que se frenen las cadenas de suministro. Y en la parte de México estamos viendo una ola de violencia desatada e incrementos en precios de perecederos, entre otros”, precisó.
La mediana de los 38 grupos de análisis consultados por Banxico prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá 2.1 por ciento este 2022, lo que implica una mejoría de 10 puntos base respecto al 2 por ciento previsto hace un mes.
Por el contrario, la expectativa para 2023 se redujo a 1.0 por ciento, desde el 1.2 por ciento previo.
Además de los ajustes macroeconómicos, el sondeo también reveló que el clima de negocios se ha deteriorado notablemente.
En la última encuesta. el 69 por ciento prevé que el clima de negocios empeorará en los siguientes 6 meses, lo que representó la mayor cifra en más de dos años, desde junio del 2020.
Es por esta perspectiva que el 74 por ciento de los encuestados indica que no es buen momento para hacer inversiones, mientras que el 23 por ciento no está seguro y solo el 3 por ciento asegura que es buen momento.
Dentro de los principales obstáculos para hacer negocios en México destaca la falta de Estado de derecho, con el 26 por ciento de respuestas. Le siguen el crimen y la corrupción, con 25 y 23 por ciento, respectivamente, y la oferta de infraestructura inadecuada ocupó el cuarto sitio, con el 9 por ciento.