MEXICANA SOBREVIVIENTE DE ESTAMPIDA NARRA MINUTOS DE TERROR: “PENSÉ LO PEOR”

Carolina Cano es una de las dos mexicanas que sobrevivieron a la estampida en Corea del Sur, la cual ha dejado al menos 154 muertos. La mujer de 21 años recuerda la tragedia como un momento de angustia y de dudas: “¿por qué no llegan a rescatarnos? ¿qué pasa que se tardan tanto?”

La joven, originaria de Mexicali, Baja California, vive en Corea del Sur desde agosto, cuando llegó por un intercambio universitario de la carrera de Negocios Internacionales. Hasta antes de la estampida, la experiencia había sido grata, pero ahora busca ayuda psicológica.

Previo al Halloween, Carolina Cano, Juliana Velandia – otra mexicana lesionada en la tragedia– y otra amiga, decidieron comer juntas y recorrer las calles de Itaewon, conocidas por la vida nocturna, restaurantes y tiendas, y que tras dos años de cierre por el covid-19, volvían a recibir a personas disfrazadas. El ambiente era festivo; sin embargo, los espacios estaban demasiado concurridos.

“Estuve en un tour, fui a una isla, estaba mensajeándome con ella (Juliana) y con otra amiga para vernos en Itaewon porque era el fin de semana de Halloween y queríamos ver a toda la gente disfrazada, turistear, pasearnos. No íbamos en plan de quedarnos en la noche, simplemente queríamos caminar alrededor del lugar.
“Nos vimos en Itaewon como alrededor de las 20:00 horas, cenamos ahí con mi amiga y Juliana y como a las 22:00 terminamos. Mi amiga se fue debido a que había demasiada gente y entonces nos quedamos Juliana y yo; nos paseamos entre las calles, ya se estaba llenando mucho, entonces dijimos ‘vamos a dar esta última vuelta’, íbamos caminando y justo en el callejón donde sucedió el accidente era nuestra salida a la estación del metro, entonces es por eso que ahí terminamos”, relata en exclusiva a MILENIO.
Cuando los empujones comenzaron, Carolina perdió su teléfono y a Juliana; todo pasó muy rápido por lo que aún tiene lagunas de aquellos momentos.

“Alguien se cayó al lado de mí; yo tenía mi celular en la mano y cuando la persona se cayó, se me resbaló, entonces dije: ‘bueno, lo voy a dejar ahí y hasta que pase todo lo voy a recoger’, pero nunca paró y se hizo peor.
“Cuando se acabó todo, salí yo de ahí, estaba en shock, de hecho esa parte es un poco borrosa para mí porque no recuerdo cómo caminé hacia afuera del accidente, pero sí recuerdo que una muchacha, extranjera también, me tomó de la mano y me dijo ‘¿cómo te llamas? ¿estás bien?’, cuando le dije ‘mi amiga está allá adentro, no la encuentro y no tengo cómo comunicarme con ella, se quedó conmigo como por una hora y media, tratábamos de contactar a Juliana, le envié mensaje a ella, a otras amigas para que se contactaran, yo quería saber que ella seguía con vida porque pensé lo peor, pensé que ya la había perdido”.
“No había nadie cuidando”

Para Carolina, parte del origen de la tragedia fue el deficiente despliegue de seguridad, pues asegura que la mayoría de los policías estaban en la calle principal, mientras que el callejón donde sucedió el incidente estaba vacío, a pesar de ser una de las salidas hacia el metro.

“Yo creo que cuando hay demasiada gente en un lugar tan pequeño, las probabilidades de que algo peligroso suceda son mayúsculas y no vi esa organización, por ejemplo, con policías o gente que estuviera regulando el flujo de las personas, simplemente había demasiada gente ahí y no había nadie cuidando”.
Con el paso de las horas, ella y Juliana se sienten agradecidas, han compartido los minutos de angustia al no saber la una de la otra, pero tratan de darle un sentido a lo que pasó.

“Definitivamente estoy agradecida de que sigo aquí, de que sigo con vida, de que puedo volver a ver a mis papás, a mi familia, no tengo palabras todavía, ni cabeza para pensar en todo”, externa.

A pesar de sólo contar con unos moretones, Carolina asegura que necesita ayuda psicológica, pues ha sido muy difícil procesar la tragedia; sin embargo, el gobierno coreano no se ha acercado en ningún momento a ellas, mientras que la embajada mexicana en Corea del Sur sí ha estado en contacto, pero aún no resuelve el apoyo que solicitan. Hasta el momento, los gastos médicos han salido de su beca.

“Que sigan en contacto con nosotras, sí ocupamos ayuda psicológica y que estén al pendiente de nosotras, estamos en un lugar lejos de nuestra casa, de México y lo que ocupamos es que estén con nosotras”, comentó.
Estampida en Corea del Sur

Tras los hechos, el presidente Yoon Suk-yeol declaró un periodo de luto nacional y decretó como zona de catástrofe el popular distrito de Itaewon de Seúl. Asimismo, prometió una investigación sobre la causa del desastre. Aquí te decimos lo que sabemos de esta tragedia.

El Ejecutivo surcoreano designó “el periodo desde hoy hasta que el accidente esté bajo control como periodo de luto nacional”, y declaró “como máxima prioridad” las tareas relacionadas con el suceso, dijo Yoon este domingo (horario de Seúl) en un discurso a la nación retransmitido desde la oficina presidencial.

El presidente destacó que “lo más importante” en estos momentos es “determinar las causas del accidente y prevenir incidentes similares”, durante su alocución horas después de la estampida de la víspera en el barrio de Itaewon en Seúl.

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