EL EJÉRCITO UCRANIO APLICA MEDIDAS DE ESTABILIZACIÓN TRAS INGRESAR A JERSÓN

Las autoridades prorrusas declararon ayer la ciudad de Genichesk, en la orilla izquierda del río Dniéper, como la “capital administrativa temporal” de la provincia de Jersón, en momentos que el ejército ucranio implementó “medidas de estabilización” cerca de la ciudad homónima de esta región, tras ocho meses de ocupación de las tropas rusas.

“Actualmente, la capital administrativa temporal de la provincia de Jersón es Genichesk. Todas las principales autoridades se concentran allí”, confirmó el representante de la administración prorrusa de Jersón, Alexander Fomin, a la agencia rusa TASS.

Esta decisión tiene lugar tras la retirada en los últimos días de los militares rusos de Jersón capital, a la orilla oeste del río Dniéper, que fue recuperada por las fuerzas ucranias.

Genichesk se encuentra en el extremo oriental de Jersón, a las orillas del mar de Azov y aproximadamente a unos 20 kilómetros al norte de la frontera de la península de Crimea, también anexionada por Rusia y cuya incorporación fue ratificada en 2014 en un referéndum considerado, al igual que el de Jersón, como ilegal por Ucrania y sus aliados.

Antes de huir de la ciudad de Jersón, las fuerzas rusas destruyeron la infraestructura crítica, como las redes de comunicaciones, el suministro de agua, la calefacción y la electricidad, informó el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, quien señaló que se llevan a cabo “medidas de estabilización” en la zona. Según el mandatario, más de 2 mil explosivos fueron retirados tras el repliegue ruso y se recuperaron 60 localidades en la zona.

Horas después, Zelensky prometió a la nación que Jersón no será la última ciudad liberada.

El jefe de la policía ucrania, Igor Klymenko, pidió cautela a los habitantes por las posibles minas terrestres y detalló que unos 200 agentes estaban montando controles de carretera y registrando “los crímenes de los ocupantes rusos”.

Hablando desde el centro de Jersón, el jefe de la administración regional, Yaroslav Yanushevych, indicó que se estaba haciendo todo para “volver a la vida normal de la ciudad de Jersón y de la región entera de Jersón”.

Mientras la gente celebraba detrás suyo, Yanushevych explicó en un video publicado en redes sociales que decretaba un toque de queda durante la noche y que “la entrada y salida de la ciudad” estaría limitada hasta avanzar más en el desminado.

Al asegurar que “la guerra continúa” tras la recuperación de algunas zonas de Jersón, el canciller ucranio, Dmytro Kuleba, pidió a los países del sudeste asiático apoyo político y material para la lucha de su país contra Rusia y acusó a Moscú de jugar “al hambre” con el mundo al retener los envíos de grano y de otros productos agrícolas ucranios.

En tanto, Rusia señaló que aún no se ha llegado a un acuerdo para prorrogar el pacto que permite a Ucrania exportar cereales a través del mar Negro y que expira en una semana, y reiteró su insistencia en el acceso sin trabas a los mercados mundiales para sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes.

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