El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, encabezará una marcha el próximo domingo 27 de noviembre con motivo de sus cuatros años de su llegada a la Presidencia de la República.
López Obrador aseguró que él mismo encabezará la movilización, que irá del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México, la cual ocurrirá apenas unos días después de la “Marcha por la Democracia: el INE no se toca“.
“Ayer comencé a recoger opiniones y como lo nuestro tiene que ver con el mandar obedeciendo, la gente quiere que marchemos el 27, un domingo, porque me plantearon ‘por qué el Zócalo el jueves, ¿que es día laboral? Queremos ir muchos’, entonces va a haber una marcha”, dijo.
“Además como no cuentan bien, van a tener posibilidad de llamar de nuevo a sus notarios públicos y con alfileres para ver cuántos vamos a ser”, detalló.
“La voy a encabezar, del Ángel de la Independencia al Zócalo. Nos vamos a reunir a las 09:00 h para que no nos pegue mucho el sol. Yo voy a marchar (…) Ayuda mucho la marcha, además ya me estoy amburguesando mucho (risas)”, resaltó.
El mandatario mexicano detalló que después de la marcha llevará a cabo su informe trimestral y de cuatro años de asumir la Presidencia de la República
La movilización del presidente de la República ocurre cuando el domingo 13 de noviembre miles de personas, en su mayoría opositores, marcharon en las calles de Ciudad de México y otras urbes del país en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y contra la polémica reforma electoral que impulsa el presidente López Obrador.
“¡El INE no se toca!” fue la principal consigna de la llamada “Marcha por la Democracia”, la cual convocó a miles de personas que caminaron en la capital mexicana desde el Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, por la céntrica avenida Reforma para mostrar su rechazo a la propuesta.
En el cierre de la movilización, en el Monumento a la Revolución, habló el expresidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE, 1996-2003), actual INE, José Woldenberg, quien dijo que “México no puede ni debe trasladar el padrón electoral a otra institución”.
Además, dijo que “México no merece una reforma constitucional en materia electoral y impulsada por una sola voluntad (…) las reformas que fueron frutas de voluntades colectivas forjadas con los métodos probados y comprobados del diálogo y el acuerdo”.