Algunos miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México manifestaron su preocupación por la trayectoria alcista que mantienen los precios de mercancías alimenticias.
Reconocieron que “los precios de las mercancías alimenticias han traspasado a los precios de los servicios de alimentación”.
De acuerdo con la minuta de la reunión monetaria del 10 de noviembre, uno de ellos puntualizó que estos rubros explican más de la mitad de la variación del componente subyacente y todos señalaron que las mercancías alimenticias son las que presentan las mayores presiones y algunos consideran preocupante que continúe aumentando.
“Todos” resaltaron que la inflación de las mercancías alimenticias es la que presenta las mayores presiones. “Uno” comentó que ha registrado variaciones anuales de doble dígito durante los últimos ocho meses.
Algunos puntualizaron que más de 70% de sus genéricos registran variaciones mensuales con ajuste estacional anualizadas superiores a 10 por ciento.
Como se recordará, en la reunión relatada en la minuta llevaron la tasa al10% con un cuarto incremento consecutivo de 75 puntos base.
En la relatoría resaltaron que los efectos rezagados de los aumentos en las materias primas alimenticias continuaron dando impulso a la inflación anual de los alimentos procesados, la cual se incrementó de 13.38% a 13.95 por ciento al corte de la primera quincena de octubre.
En cuanto a las expectativas de inflación de largo plazo, la mayoría apuntó que permanecieron estables aunque por arriba de la meta. Algunos notaron que “la distribución de las expectativas de mayor plazo se ha sesgado hacia valores más altos que la mediana”.
Todos comentaron que las expectativas extraídas de instrumentos de mercado siguieron aumentando.
De acuerdo con la minuta, “algunos” resaltaron que persisten las presiones sobre la inflación subyacente.
Todos señalaron que la inflación subyacente continuó con su tendencia ascendente, situándose en 8.42% en octubre y la mayoría destacó que registra 23 meses incrementándose.
Uno enfatizó los niveles históricamente altos de este índice y otro sostuvo que aún no muestra señales claras de alcanzar un máximo.
Información del Inegi muestra que este indicador subyacente se aceleró en la primera quincena de noviembre hasta completar una variación anual de 8.66 por ciento.
La Junta de Gobierno de Banco de México considera que “será necesario mantener una postura monetaria restrictiva” para contener la inflación y contribuir a que comience a disminuir hacia la meta del banco central.
Pero no parece haber consenso sobre la magnitud de los próximos ajustes, según los descrito en la minuta del anuncio del 10 de noviembre.
Uno observó que es necesario continuar consolidando una postura monetaria restrictiva “manteniendo el ritmo de la decisión anterior”.
La relatoría de aquel encuentro muestra que tres de los miembros de la junta coincidieron en que “la magnitud de los próximos ajustes debe tomarse en función de la información disponible” y asumiendo los incrementos ya implementados en el ciclo alcista.
Uno solo comentó que es necesario disminuir el ritmo del ciclo alcista para “mantener flexibilidad en cada decisión” ante la elevada incertidumbre asociada a los choques inflacionarios.
De acuerdo con el economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos, si bien es claro que seguirán subiendo las tasas, la impresión es que van a moderar la magnitud de los incrementos.
En la primera quincena de noviembre, la inflación registró una variación anual de 8.14% y acumuló cuatro quincenas consecutivas a la baja.