Esta tarde cuando México enfrente a Argentina en el segundo juego del Grupo C, (13:00 horas de esta ciudad), en ‘Qatar 2022’, en un partido determinante en sus aspiraciones por avanzar a octavos de final, el TRI luchará contra la historia, sus propios demonios y fantasmas.
COLUMNA-Sergio Arturo Duarte Méndez
Frente a un rival de prosapia y gran riqueza futbolística, con dos Copas del Mundo en sus vitrinas, herido en su enorme orgullo y amor propio, tras el revés ante Emiratos Árabes, el cuadro tricolor tratará de vencer hoy por primera vez a la escuadra albiceleste en una justa mundialista.
Los archivos indican que los ‘ches’ han derrotado en tres duelos a los mexicanos en Copas del Mundo.
En ‘Uruguay 1930’, ‘Alemania 2006’ y ‘Sudáfrica 2010’,los argentinos salieron con el puño en alto con marcadores de 6-3 -con un hat trick de Guillermo Stábile-, 2-1 y 3-1, en forma sucesiva.
Ciertamente, la igualada de México sin goles contra Polonia, el martes anterior, dejó un agradable sabor de boca, el equipo tuvo y mantuvo la posesión de la pelota y físicamente exprimió a los polacos.
Sin embargo, el conjunto nacional no pudo poner la cerecita en el pastel, careció de profundidad y de punch en el eje del ataque, por lo que no anotó y sumó solo un punto.
En este sentido, la falta de gol azteca es preocupante.
México no anota un gol en un mundial, desde el 23 de junio del 2018, en Rusia.
Ese día, Javier ‘Chicharito’ Hernández marcó el 2-0 sobre Corea del Sur, en un cotejo que finalizó 2-1 a favor de la escuadra a cargo entonces del colombiano Juan Carlos Osorio.
México llegó a Qatar precedido de sendos reveses ante Suecia (3-0) y Brasil (2-0), en ‘Rusia 2018’, derrotas a las que se sumó el 0-0 contra Polonia, el pasado martes.
Con ello, acumula 304 minutos sin marcar una anotación, la sequía más larga sin mecer las redes rivales para el TRI de 1994 a la fecha, en una justa del orbe.
Asistente a todos los mundiales de futbol a partir de ‘Estados Unidos 1994’ hasta ahora, el ‘Equipo de Todos’ ha calificado en siete ediciones consecutivas a octavos de final (1994, 1998, 2002, 2006, 2010, 2014 y 2018), más no a cuartos de final.
Es decir, no ha avanzado al anhelado ‘quinto partido’, fuera de nuestro país.
La competencia en la que México acarició el boleto a la fase de los ocho mejores equipos, fue en ‘Alemania 2006’.
En tierras germanas, el equipo del ‘bigotón’ Ricardo La Volpe se topó precisamente con Argentina.
Un golazo de Maxi Rodríguez en tiempo extra mandó al cuadro azteca a casa y terminó de tajo con sus sueños de grandeza.
Hoy, a más de 16 años de aquella terrible derrota, nuevamente contra Argentina -esta vez en fase de grupos- el TRI de Gerardo ‘Tata’ Martino tiene la inigualable oportunidad de revertir la historia y de finalizar con el funesto ‘jugamos como nunca y perdimos como siempre’.
También, de dar ese pequeño gran salto en el escenario futbolístico mundial y dejar de ser un invitado frecuente en las Copas del Mundo para convertirse en un protagonista (en alusión a la clasificación del timonel César Luis Menotti).
Claramente, lograr hoy una victoria a costa de los argentinos es un reto muy bravo y, a la vez, un excelente parámetro para medir el real potencial del futbol mexicano.
El oponente es de grandes polendas, sabe jugar partidos de alto riesgo, históricamente tiene un gran oficio, es liderada ni más ni menos que por una figura de la talla de Lionel Messi y en individualidades y nombres supera a la escuadra verde, blanca y roja.
Aunado a ello, Argentina llega maltrecha al duelo tras perder una racha de 36 juegos sin derrota, lo cual, en el papel, lo hace más peligrosa.
Es de esperarse que los sudamericanos salgan a ‘comerse al balón’ y a sus rivales, en busca de un indispensable y urgente triunfo para seguir con vida en el torneo.
México, a su vez, ha demostrado en los recientes mundiales que se crece contra las potencias (Alemania, Francia e Italia) pero sufre lo indecible en las eliminatorias de CONCACAF ante conjuntos de escasa calidad como Jamaica, El Salvador y Trinidad y Tobago.
Bajo esta premisa e Independientemente de los esperados cambios que los entrenadores Lionel Scaloni y Martino harán en sus alineaciones titulares, de la estrategia a seguir en el terreno de juego y del parado táctico, México requiere de la victoria sí o sí.
De lograrlo, navegaría en aguas más tranquilas con el pase a la siguiente ronda prácticamente en sus manos y con el duelo pendiente contra Emiratos Árabes.
Un éxito azteca a costillas de Argentina, -que ya mostró que no es invencible-, representaría la eliminación del cuadro sudamericano, saldaría una buena parte de las cuentas pendientes y daría a México un envión anímico por demás importante.
Imagine usted que el tricolor deje fuera de ‘Qatar 2022’ a la albiceleste.
En caso de un empate, el Tri se jugaría todo en su último juego contra Emiratos Árabes ya conocido el resultado entre Polonia y Arabia (juegan hoy a las 7:00 horas).
Una derrota azteca oscurecería por demás el escenario, pero con todo y todo, ¿por qué no pensar e imaginar en el éxito mexicano?.
Al fin y al cabo, el balón es redondo -puede botar para cualquier lado-, en el deporte no hay rival pequeño y los partidos hay que jugarlos.