Agentes antimotines de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal (SSPM) acudieron esta mañana a desalojar a un grupo de migrantes venezolanos que pasaron la noche en un parque ubicado frente al bordo del Río Bravo.
Entre lágrimas, algunas familias tomaron sus cobijas y ropa que les fue donada por la comunidad para retirarse del lugar, por lo que algunos dijeron que buscarán en dónde vivir en la ciudad.
Hasta ayer, 70 venezolanos aceptaron ir a albergues de la ciudad, mientras que hoy otro grupo de 11 personas aceptaron ser trasladados el gimnasio municipal Kiki Romero.