Tailandia y México son los dos principales países que reciben más turismo de salud, albergando a 1.8 millones y 1.2 millones de visitantes respectivamente. Si nos detenemos en el caso de México, su alta tasa de turistas médicos se debe a que las personas se ahorran entre el 35% y el 85% en tratamientos y cirugías, además de reducir el tiempo de espera. Uno de los principales países que visitan México con estos motivos es Estados Unidos, debido a su cercanía y a los altos costos de la medicina estadounidense. Los estados que reciben más este tipo de turismo son Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Chihuahua, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Yucatán.
Incluso, en México se ha inaugurado en 2016 un hospital con hotel, en Los Cabos. El complejo tiene 40 mil metros cuadrados donde hay un hospital con 40 habitaciones, un mercado gourmet con cafetería y restaurante, 450 plazas de estacionamiento y el hotel Hampton Inn, con 32 consultorios y clínicas.
Se espera que aún más estadounidenses visiten México – explican en Impladent, especialistas en Implantes dentales, cuando las personas nacidas entre 1946 y 1964 (“baby boomers”) cumplan 70 años, ya que viajarán para hacerse tratamientos, cirugías estéticas e implantes dentales. Este último punto es importante, porque no solo se limita a la medicina, sino también a la odontología.
¿QUÉ ES UN IMPLANTE DENTAL Y CÓMO ES EL PROCEDIMIENTO?
Tal vez nunca hayas escuchado qué es un implante dental, o tal vez sí, pero no conoces cómo se colocan. Un implante dental es una pieza de odontología que imita a un diente, con un perno metálico que hace de su raíz. Tiene exactamente la misma fisionomía y cumplen las mismas funciones, con la diferencia de que no se astilla ni tendrá ningún problema de salud dental (como sarro o caries). Te permite reemplazar dientes faltantes, puentes que no se fijaron bien o construir una dentadura, en caso de que la persona no quiera usar dientes postizos.
El procedimiento es una cirugía donde se hace una cavidad en el maxilar superior o inferior (dependiendo de dónde se coloque) y se introduce el implante. La gran ventaja que tienen es que, como el titanio de su “raíz” se fusiona con la mandíbula, los implantes no hacen ruido, no causan daño en el hueso, ni se deslizan.
Con el turismo de salud, parece que todos ganan: México y las clínicas se benefician de los nuevos turistas y ellos pueden atenderse más barato y sin demoras.