La reforma electoral que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, y que este martes se debatirá en el Congreso mexicano, “pone en jaque las elecciones libres e imparciales”, señaló la organización Human Rights Watch (HRW).
Por ello, dijo la organización, el Congreso “debe rechazar modificaciones al sistema electoral”.
En un comunicado, HRW indicó que los cambios constitucionales propuestos por el presidente López Obrador para modificar el sistema electoral del país “podrían socavar gravemente la independencia de las autoridades electorales, lo cual pone en riesgo la celebración de elecciones libres e imparciales”.
“Los legisladores deberían rechazar los cambios constitucionales propuestos, los cuales contravienen los estándares internacionales de derechos humanos”, agregó.
La reforma, que López Obrador presentó en abril pasado y que se discutirá en el Congreso, causa polémica porque crearía el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) para sustituir al actual Instituto Nacional Electoral (INE), órgano autónomo que surgió para quitar el control de las elecciones al Gobierno.
Además, sometería a voto popular a los consejeros del INE y a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
También eliminaría 200 diputados y 32 senadores, reduciría el financiamiento de los partidos políticos y redefiniría el concepto de “propaganda” para que el Gobierno se pronuncie durante las elecciones, disposiciones criticadas porque pueden favorecer al actual partido en el poder.
“Los cambios constitucionales propuestos por el presidente López Obrador facilitarían que cualquier partido que esté en el poder coopte las instituciones electorales del país para mantenerse en el poder”, manifestó Tyler Mattiace, investigador para México de Human Rights Watch.
Además, dijo que “considerando la larga historia de elecciones amañadas en México durante los más de 70 años de Gobierno unipartidista, resulta sumamente alarmante que los legisladores consideren una propuesta tan regresiva que debilitaría la independencia de las autoridades electorales”.
La organización explicó en la nota que “al reducir la cantidad de autoridades responsables de administrar las elecciones y posibilitar el nombramiento de todos los funcionarios electorales al mismo tiempo, sería mucho más fácil que el Gobierno influya en el proceso de selección, y ello debilitaría la independencia de las autoridades electorales”.
El pasado 13 de noviembre, miles de personas, en su mayoría opositores, marcharon por las calles de Ciudad de México y otras ciudades del país en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y contra la polémica reforma electoral que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La “Marcha por la Democracia” convocó a unas 100 mil personas, en su mayoría vestidas de color rosa que se movilizaron en la capital mexicana desde el Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, por la céntrica avenida Reforma para mostrar su rechazo a la propuesta.