Fue en 2010 cuando la historia de Aldi Rizal captó la atención de los medios luego de que se supiera que el niño fumaba 40 cigarros diarios.
Las críticas llovieron contra su mamápues en varias imágenes se veía al menor de tan solo dos años sosteniendo el cigarro entre sus dedos.
Aldo nació en Indonesia y desde temprana edad comenzó a robar cigarros de la plaza de la aldea Teluk Kemang, en donde su madre trabajaba.
Por esto, la adicción del menor fue casi imparable.
Veía a la gente fumar y me parecía delicioso, se siente bien fumar”, señaló Aldi en 2017 al medio “The Sydney Morning Herald”.
Su desenfrenado consumo se convirtió en un riesgo para la salud, pues especialistas reportaron en El Espectador que esta situación pudo interferir en su desarrollo cerebral.
Cuatro años más tarde de que se conociera su caso, cuando Aldi tenía 6 años, se supo que dejó de fumar con la ayuda del Dr. Seto Mulyadi, un famoso psicólogo infantil.
En principio, Aldi reemplazó los cigarros por comida, lo que le trajo problemas de obesidad.