Una fila de más de 500 migrantes nicaragüenses que llegaron desde anoche y soportaron la lluvia, además de bajas temperaturas, se encuentran en la orilla del río Bravo, en espera de cruzar la frontera y que sean admitidos en el módulo de la Patrulla Fronteriza.
Cubiertos con cobijas, plásticos y cartones, los migrantes permanecen en los márgenes del río, donde se encuentran vigilando policías municipales y paramédicos de Rescate, listos para atender cualquier emergencia.
Están cruzando en grupos reducidos y bajo la supervisión de los agentes federales de Estados Unidos ,quienes mantienen comunicación con policías locales y personal del Instituto Nacional de Migración.