La Navidad está prácticamente a la vuelta de la esquina.
Es la época de regalar algo a las personas que nos importan, pero si tienes en mente alguno de los siguientes 4 objetos mejor abstente, pues podrían ser de mala suerte.
Durante la Navidad se organizan toda clase de dinámicas en las cuales se planifican intercambios de regalos en la escuela, la oficina o el hogar.
Es normal no saber qué regalar en Navidad, pues hay demasiadas opciones en las tiendas que dificultan hacer una elección, sin mencionar que empezamos a dudar si el regalo será el indicado.
Pero en definitiva lo que nunca debes regalar, son los siguientes 4 objetos pues, de acuerdo con el feng shui, se piensa que atraen la mala suerte:
Objetos afilados
Relojes
Cactus o rosas rojas
Pañuelos
Objetos afilados dan mala suerte en Navidad
El feng shui señala que los objetos afilados representan la mala suerte porque es una forma de representar la enemistad.
Pues se estaría cortando el vínculo que existe entre las personas que estén involucradas entre el regalo; es decir, entre la persona que entrega el presente y quien lo recibe.
Los relojes son muy buscados durante Navidad para poder regalar. Y es que son accesorios esenciales y cotidianos que todo el mundo utiliza.
Pero de acuerdo con el feng shui, regalar un reloj es símbolo de algo efímero.
En este caso, representaría un vínculo que no dura para siempre entre las personas involucradas.
Cactus o rosas rojas son de mala suerte en Navidad
El feng shui señala que las espinas suelen representar un mal augurio a quienes le son regaladas en Navidad.
Esto porque si se las regalas de alguna forma a tus seres queridos, es como si les regalaras sufrimiento.
Es por esto que se hace énfasis en las rosas rojas, pues si suelen ser un detalle hasta romántico por la forma de la flor y su color, hay que recordar que su tallo está cubierto de espinas.
Pañuelos son de malo suerte en Navidad
Los pañuelos son ese tipo de accesorio más común en el outfit de ciertas personas.
Lo turbio de los pañuelos para el feng shui es que son augurio de tristeza, pues con ellos solemos limpiarnos las lágrimas de un mal momento.
Si los regalas en Navidad, es como si estuvieras obsequiando dolor.