Una fuerte tormenta invernal que azota Estados Unidos con intensas nevadas y vientos polares dejaba este sábado al menos 17 muertos, 1.7 millones de personas sin electricidad y miles de viajeros varados por vuelos cancelados horas antes de Navidad.
Las autoridades confirmaron al menos 17 muertes relacionadas con la tormenta en ocho estados. Las fuertes nevadas, los vientos huracanados y las temperaturas peligrosamente gélidas mantuvieron a gran parte del país, incluido el sur normalmente templado, congelado por tercer día consecutivo este sábado.
Este “ciclón bomba”, una tormenta definida como “única en una generación” por el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés), provocó este sábado la cancelación de más de 2 mil 300 vuelos y el retraso de otros 5 mil 300, un día después de que se cancelaran casi 6 mil despegues, según el sitio web especializado FlightAware.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, tuiteó este sábado que “las interrupciones más extremas han quedado atrás a medida que las operaciones de las aerolíneas y los aeropuertos se recuperan gradualmente”.
Muchos viajeros varados en aeropuertos de Atlanta, Chicago, Denver, Detroit y Nueva York mantienen la esperanza de que ocurra un milagro navideño que les permita llegar a tiempo para las celebraciones.
Es el caso de Zack Cuyler, de 35 años, que se verá obligado a pasar la Nochebuena con amigos en Nueva York, luego de dos cancelaciones de su vuelo a Houston, donde se reuniría con su familia.
Aunque se confesó “bastante abrumado” por estos aplazamientos, estimaba poder reunirse con sus seres queridos al mediodía del domingo, día de Navidad. “Estoy agradecido por eso”, dijo a la Afp.
Según el sitio Poweroutage.us, los estados más afectados por los cortes de energía eléctrica eran Carolina del Norte, Maine y Tennessee, donde el termómetro marcó mayoritariamente temperaturas bajo cero.
“Cientos” de personas atrapadas
En muchos estados, las carreteras se volvieron intransitables o muy peligrosas, provocando accidentes mortales.
En Ohio, cuatro personas murieron en accidentes relacionados con las tormentas, dijo el gobernador Mike DeWine.
En el estado de Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul desplegó la Guardia Nacional en el condado de Erie y en su principal ciudad, Buffalo, donde las autoridades señalaron que los servicios de emergencia colapsaron ante las condiciones extremas de la ventisca.
El día anterior se había emitido una prohibición de viajar en esta región. Pero “probablemente haya cientos de personas atrapadas en sus vehículos, incluidas las que intentaron salir tarde anoche”, dijo Mark Poloncarz, administrador del condado de Erie, este sábado. Dos personas murieron por problemas médicos porque no pudieron ser rescatadas, agregó.
“¡No dejes tu vehículo!”, tuitearon los servicios meteorológicos locales. “Ate una prenda a su antena o ventana para indicar que necesita ayuda”, recomendaron.
El hielo en las carreteras también provocó el cierre de rutas importantes, incluida la Interestatal 70 que atraviesa el país, de la cual se cerraron tramos en Colorado y Kansas.
En ciudades como Denver o Chicago se han abierto refugios para acoger a las personas necesitadas, para permitirles calentarse y protegerlas del riesgo de hipotermia.
Congelación en minutos
Se espera que la tormenta dure todo el fin de semana, antes de que las temperaturas se normalicen a mediados de la próxima semana, indicó el NWS.
Este tipo de tormenta es provocada por una “bomba de baja presión”, un choque entre dos masas de aire, una muy fría del Ártico y otra tropical del Golfo de México, agravado porque la presión atmosférica descendió muy rápidamente, en menos que 24 horas.
Hasta entonces, “si debe viajar o estar al aire libre, prepárese para el frío extremo usando varias capas de ropa y cubriendo la mayor cantidad de piel posible”, escribió el servicio este sábado. “En algunos lugares, estar afuera podría causar congelación en cuestión de minutos”.
Los fuertes vientos pronosticados, con rachas de más de 95 km/h, podrían causar más daños, como la caída de árboles sobre las líneas eléctricas.
Canadá también se vio afectado por la tormenta y todas las provincias tenían alertas meteorológicas.
Cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad en Ontario y Quebec, y los aeropuertos de Vancouver, Toronto y Montreal se vieron afectados por cancelaciones de vuelos.
Los pasajeros de varios trenes parados en Ontario relatan que han estado en los vagones hasta 18 horas debido a las condiciones climáticas extremas.