El Gobierno chino reclamó a Estados Unidos que no convierta al gigante asiático en un “enemigo imaginario”, precisó que Beijing respeta “la forma en que Estados Unidos desarrolla sus propias capacidades” y advirtió de que estas no deben interferir en los asuntos internos de China ni dañar los intereses del país.
“Si tal cosa ocurre, China se opondrá firmemente”, afirmó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Zhao Lijian en la rueda de prensa diaria diaria de este departamento, según la agencia estatal Xinhua.
Zhao también instó a Washington a practicar los principios de “respeto mutuo y coexistencia pacífica” que propugna Pekín.
Estas afirmaciones se produjeron en respuesta a un discurso reciente del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que caracterizó el plan para China de la Administración Biden como una estrategia de “invertir, adaptar y competir”.
El portavoz de Exteriores sostuvo que China no niega que haya competencia entre ambos países en el campo de la economía y el comercio, pero criticó que la parte estadounidense se base en la política del “yo gano, tú pierdes”, avisando de que ésta solo llevará a “la confrontación y el conflicto y conducirá al mundo a la división y la agitación”.
Señaló que el reciente discurso sobre la política de China de la parte estadounidense es “simplemente vino viejo en una botella nueva”, y consiste en utilizar todos los recursos internos y externos de Estados Unidos para rodear, reprimir y contener a China.
Estas declaraciones se producen poco después de la gira por Asia y el Pacífico realizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con el objetivo de contrarrestar la creciente influencia de China en la región.