Dos píldoras anticonceptivas masculinas experimentales parecen reducir eficazmente la testosterona sin causar efectos secundarios inaceptables, según un nuevo estudio presentado en ENDO 2022, la reunión anual de la Sociedad Endocrina norteamericana y publicado en su revista Journal of the Endocrine Society.
Los medicamentos, llamados DMAU y 11beta-MNTDC, forman parte de una clase de fármacos llamados andrógenos progestágenos. Estos fármacos suprimen la testosterona, que reduce el recuento de esperma. La reducción de los niveles de testosterona suele provocar efectos secundarios desagradables, pero la mayoría de los hombres del estudio estaban dispuestos a seguir utilizando los fármacos, lo que sugiere que los efectos secundarios eran aceptables.
“Las opciones de anticoncepción masculina se limitan actualmente a la vasectomía y los preservativos, por lo que son extremadamente limitadas en comparación con las opciones femeninas –recuerda la investigadora principal, Tamar Jacobsohn, del Programa de Desarrollo Anticonceptivo del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver–. El desarrollo de un método anticonceptivo masculino eficaz y reversible mejorará las opciones reproductivas de hombres y mujeres, tendrá un gran impacto en la salud pública al disminuir los embarazos no deseados y permitirá a los hombres tener un papel cada vez más activo en la planificación familiar”.
En el estudio participaron 96 hombres sanos en dos ensayos clínicos de fase 1. En cada ensayo, los hombres fueron asignados aleatoriamente a recibir dos o cuatro píldoras orales del fármaco activo o del placebo diariamente durante 28 días. Tras siete días con el fármaco activo, los niveles de testosterona descendieron por debajo del rango normal. En los hombres que tomaron el placebo, los niveles de testosterona se mantuvieron dentro del rango normal.
El estudio descubrió que el 75 por ciento de los hombres que tomaron el fármaco activo dijeron que estarían dispuestos a utilizarlo en el futuro, en comparación con el 46.4 por ciento de los que tomaron el placebo. Los hombres que tomaron la dosis diaria de cuatro píldoras (400 miligramos) tenían niveles más bajos de testosterona que los que tomaron la dosis de dos píldoras y 200 miligramos. No hubo diferencias significativas entre los dos grupos de tratamiento activo en cuanto a la satisfacción con el fármaco o la disposición a utilizarlo en el futuro o recomendarlo a otras personas.
“Las experiencias positivas de los hombres en los ensayos clínicos y las altas calificaciones de aceptabilidad de esta píldora masculina deberían servir para entusiasmar al público sobre la posibilidad de que los anticonceptivos masculinos estén ampliamente disponibles en las próximas décadas”, apunta Jacobsohn.