Estudiantes, activistas y familiares de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa marcharon en Ciudad de México para expresar su frustración porque el presidente, Andrés Manuel López Obrador, no ha cumplido la promesa que hizo hace cuatro años en el Gobierno de resolver el caso.
“Queremos saber por qué hicieron toda esta masacre en contra de nuestros hijos, queremos que nos respondan dónde están nuestros hijos”, dijo María de Jesús Tlatempa, madre de José Eduardo Bartolo, uno de los 43 estudiantes desaparecidos durante la noche del 26 de septiembre de 2014 en Ayotzinapa.
María de Jesús y el resto de padres y madres de los jóvenes, acompañados de varias decenas de estudiantes procedentes del sureño estado de Guerrero, donde ocurrió la desaparición, caminaron desde el antimonumento construido en su honor en la avenida Paseo de la Reforma hasta el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en el centro histórico.
En esta ocasión su principal reclamo fue que la SRE tramite “con urgencia” la extradición de Tomás Zerón, exdirector de la extinta Agencia de Investigación Criminal y acusado de torturar y de manipular pruebas para crear la versión del caso conocida como la “verdad histórica”.
El 28 de marzo investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) confirmaron en un informe la participación de las Fuerzas Armadas mexicanas en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, así como la simulación en las investigaciones y la ocultación de información.
Sin embargo, desde entonces, aseguraron los familiares, no ha habido mayores avances, por lo que llevan 10 días haciendo diferentes protestas en el estado de Guerrero y en la Ciudad de México.
“Las investigaciones están en las mismas, no avanzan, hay gente del anterior presidente (Enrique Peña nieto, quien gobernó entre el 2012 y el 2018) que no deja avanzar las investigaciones. Por eso estamos aquí manifestándonos en cada institución que sabemos que puede hacer algo”, dijo Daniel Cruz, padre de Miguel Ángel Mendoza.
Pidieron tanto al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, como al presidente López Obrador que se continúe con la investigación, que se traiga a México a Peña Nieto y a Zerón “quienes tienen responsabilidades y saben qué pasó” para que al fin, después de casi ocho años, puedan obtener justicia y encontrar a sus hijos.
“Es su deber resolver este problema, no nos vamos a ir a casa porque en casa vemos la silla vacía de nuestros hijos y para nosotros es una profunda tristeza no poder abrazarlos”, añadió Tlatempa, quien recordó la consigna que suena en México desde aquella fatídica noche de 2014: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Tras más de una hora de espera, una comitiva de la SRE salió al exterior del edificio para comunicarles a los padres que a lo largo de este día un grupo de los familiares podrá reunirse con funcionarios de la dependencia para expresar sus reclamos.
El 26 de septiembre de 2014, estudiantes de la escuela para maestros rurales de Ayotzinapa desaparecieron cuando se dirigían a Ciudad de México para participar en una manifestación por el 2 de octubre.
Según la polémica versión del Gobierno de Peña Nieto, la llamada “verdad histórica”, policías corruptos detuvieron a los estudiantes y los entregaron al cartel Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en el basurero de Cocula y tiró los restos en el río San Juan.
La Administración de López Obrador ha desmentido esa “verdad“, al coincidir con familiares y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.
López Obrador evitó responder a principios de este mes cuándo se reunirá con los padres de los desaparecidos.
“Sí, cuando tengamos más información, que ya tenemos, mucha, pero vamos a esperarnos. Cuando hay voluntad, cuando hay convicciones, la justicia tarda, pero llega”, manifestó.