El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó la región de Mikoláiv, en el frente de guerra con el Ejército ruso en el sur del país, en una de sus primeras salidas de la capital desde el inicio de la guerra el pasado febrero.
Zelenski trató con las autoridades locales los problemas para la reparación de infraestructuras dañadas por el conflicto, como la red de suministro de agua, según un comunicado de la presidencia ucraniana.
También discutió otras cuestiones logísticas, como las dificultades con la cosecha de este año, la disponibilidad de centros de almacenamiento de cereal, la creación de nuevas rutas de transporte y el suministro de maquinaria y combustible a los agricultores.
Por otro lado, las autoridades militares de la región le informaron sobre las amenazas por vía terrestre, en particular la que procede de la próxima región separatista moldava de Transnistria, y marítima en el mar Negro.
El presidente inspeccionó además el edifico de la administración regional de Mikoláiv, golpeado el pasado 29 de marzo por un misil ruso que dejó 37 civiles como víctimas mortales, según las autoridades locales.
“Es importante decidir ahora cómo ayudar a los miembros de estas familias, no debemos olvidarles,” declaró Zelenski en relación a los allegados de los muertos en el ataque.
Hace dos semanas, el presidente ucraniano abandonó por primera vez Kiev desde el inicio de la guerra para un viaje a Járkov, en el noreste del país, y desde entonces ha acudido también a la región de Zaporiyia, en el frente sur.
Mikoláiv, a escasos 100 kilómetros de la ocupada Jersón y en la ruta hacia la estratégica ciudad portuaria de Odesa, ha sido blanco de ataques rusos desde el inicio de la invasión, el último de los cuales dejó dos muertos y una veintena de heridos este viernes.