Gerardo Moro, provincial de la Compañía de Jesús en México, advirtió que la comunidad jesuita no abandonará la Sierra Tarahumara ni a los pueblos indígenas tras los hechos violentos ocurridos en contra de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Morita, así como el laico Pedro Palma, en la comunidad de Cerocahui del municipio de Urique.
Moro refirió que en semanas pasadas visitó a los sacerdotes en Cerocahui y pudo constatar el amor que el pueblo tenía por sus sacerdotes, así como el compromiso de el padre “Gallo” y el padre “Morita” con la Sierra Tarahumara.
“No podemos dejar al pueblo, no nos dejen. Javier, Joaquín, Pedro, ustedes han hecho que millones de personas miren hacia la Tarahumara, un lugar hermoso pero lleno de contrastes que se ha ido corrompiendo por la pobreza, la violencia, la injusticia, el hambre, la falta de recursos médicos y de oportunidades educativas”, refirió el sacerdote como parte de la homilía en la misa de despedida de los sacerdotes jesuitas.
Gerardo Moro señaló que hoy con la muerte de los tres hermanos, con la recuperación de sus cuerpos y la promesa de la pronta detención del sospechoso, se dan cuenta de que esto no es suficiente, porque la realidad de violencia no se va a resolver capturando a un cabecilla, sino se cambia la cultura de la violencia por una cultura de reconciliación y amor.
“No podemos, ni queremos quedarnos satisfechos. En 72 horas lograron recuperar los cuerpos de dos sacerdotes y un laico, pero por qué no hacen esto con tantos casos impunes, no nos basta, no es suficiente, imploro a dios a que no olvidemos esto, a que nos de la gracia de la memoria histórica”, sentenció el sacerdote.
El provincial sentenció que no se irán de la Sierra Tarahumara, porque quieren estar con los pueblos indígenas, pero también pidió a toda la sociedad, a los gobiernos, a los empresarios y a la Iglesia a reconocer la responsabilidad moral ante tantos asesinatos y personas desaparecidas.
“La sangre de Pedro, Javier y Joaquín se unen al río de sangre que corre por el país, exigimos a las autoridades que cumplan con su vocación y deber, hemos recibido muchos signos de solidaridad y llamamos a un dialogo nacional, a dejar de agudizar la polarización del país, a construir puentes para encontrar caminos de paz, queremos trabajar con todas y todos para crear las condiciones de paz que el país necesita”, indicó.
Agregó que la Provincial mexicana de la Compañía de Jesús está discerniendo en las acciones que se tomarán, en la exigencia de justicia y del impulso de políticas de paz que México demanda, pues urge buscar la reconciliación, construir espacios de diálogo, porque “todos tenemos una responsabilidad en esta tragedia nacional”.