A unas horas de que el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugure la etapa de pruebas de la Refinería Olmeca en Dos Bocas Tabasco, los equipos de limpieza redoblan esfuerzos para recibir al titular del Ejecutivo.
Por dentro cuadrillas de trabajadores, con overoles naranja, usaban cubeta, trapo y limpiador, escobas y trapeadores, para dejar relucientes pisos y los ventanales de las oficinas administrativas de esta nueva planta, la primera construida desde hace más de cuarenta años.
A un lado de este inmueble, en la explanada se ha colocado una gigantesca carpa donde el Presidente inaugurará la primera etapa y ofrecerá un mensaje a la nación con motivo de su cuarto aniversario del triunfo en las urnas.
El secretario particular del Presidente, Alejandro Esquer Verdugo, supervisó personalmente el ensayo de la ceremonia junto a cuatro columnas en la que se lee: Independencia, Reforma, Revolución y Cuarta Transformación.
A lo lejos se levantó una torre de acero tubular, en cuya cima se colocó la bandera de México, y de acuerdo con testimonios ahí se colocará el mechero.
Nadie entra a la planta sin la autorización del personal de la Marina y Ejército que resguardan una de las nuevas instalaciones estratégicas del país.
Pero en trabajadores el ambiente es de alegría, porque saben que cumplieron con la tarea encomendada.