Tras la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de anular el derecho constitucional de las mujeres a la interrupción legal del embarazo, organizaciones han alertado que serán las minorías de ese país las que resulten más afectadas con esta decisión, como son las mujeres afroamericanas, hispanas, migrantes y en situación de pobreza.
Este 24 de junio, con seis votos a favor y tres en contra, los jueces estadounidenses de mayoría conservadora avalaron la revocación de protecciones protecciones constitucionales para el aborto que estuvieron vigentes durante casi 50 años. Se trata de dos sentencias clave con las que se protegía el acceso de las mujeres a este derecho: Roe contra Wade, de 1973, y Planned Parenthood contra Casey, de 1992.
Luego de esta anulación del derecho constitucional al aborto, expertos en la materia consideraron que es posible que la prohibición del aborto se replique en en aproximadamente la mitad de los estados de la Unión Americana, después de meses de incertidumbre en que trascendió que se daría este revés al derecho de las mujeres de ese país a decidir sobre su cuerpo.
“Es una decisión preocupante, primero por el mensaje jurídico y político que se lanza”, comentó al respecto Verónica Esparza, coordinadora de investigación del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), en entrevista con SinEmbargo.
“El impacto que puede tener es, obviamente, el retroceso en garantizar derechos conseguidos que se tienen por parte de las legislaturas conservadoras, que van a partir de este momento a emitir leyes restrictivas, y esto desde luego tiene efectos para todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, pero con efectos diferenciados o efectos más dañinos para ciertos grupos poblacionales como pueden ser las mujeres en situaciones de pobreza, o marginadas, o mujeres racializadas, mujeres migrantes, que con mayor dificultad podrán moverse a esos estados donde el aborto en Estados Unidos sea legal”, agregó.
Cifras difundidas por el Pew Research Center dan cuenta de cómo en Columbia y 29 estados de Estados Unidos —que es donde se centra el estudio— la mayoría de las mujeres que se practicaron abortos eran afrodescendientes, hispanas y de otras minorías.
Ahora será decisión de la legislatura de cada estado discutir la legalidad de la interrupción del embarazo.
De acuerdo con el informe titulado “Lo que dicen los datos sobre el aborto en los Estados Unidos”, en el que se recogieron datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y el Instituto Guttmacher, en 2019, en Columbia y 29 estados de Estados Unidos que registran información racial y étnica, el 38 por ciento de las mujeres que abortaron fueron “negras no hispanas”; el 33 por ciento fueron “blancas no hispanas”; el 21 por ciento eran hispanas, y el 7 por ciento eran de otras razas o etnias.
“Entre aquellas de 15 a 44 años, hubo 23.8 abortos por cada mil mujeres negras no hispanas; 11.7 abortos por cada mil mujeres hispanas; 6.6 abortos por cada mil mujeres blancas no hispanas; y 13 abortos por cada mil mujeres de otras razas o etnias en ese rango de edad”, indicó el documento publicado el pasado 24 de junio, en el que se destacó que los datos recogidos por los CDC corresponden “a cifras informadas voluntariamente por las agencias centrales de salud de los estados”.
Verónica Esparza señaló que el falló del Tribunal Suprema “tiene efectos, evidentemente, en todas las mujeres, pero como siempre pasa, las mujeres más pobres, las mujeres racializadas se verán con muchas más afectaciones, estas mujeres no tendrán posibilidades o las posibilidades económicas de trasladarse o pagar un viaje a aquellos estados en los que sí está permitido, tendrá desde luego afectaciones importantes para las mujeres negras y de color, hay muchas mujeres negras y de color que viven en estados que podrían implementar las restricciones al aborto, por ejemplo, Mississippi, en donde un porcentaje importante de su población es afroamericana, verán una mayor afectación en estos grupos”.
El Pew Research Center también hizo referencia a encuestas sobre la interrupción legal del embarazo que ha llevado a cabo por varios años entre la población estadounidense, y refirió que en su sondeo más reciente, publicado el 13 de junio pasado, el 61 por ciento de los estadounidenses con mayoría de edad expresaron que el aborto debería ser legal todo el tiempo, mientras que el 37 por ciento consideró que debería estar prohibido todo el tiempo.
“Digamos que las consecuencias o el efecto inmediato de esta sentencia [del 24 de junio de 2022] es poner fin a este derecho que estaba protegido por casi 50 años, el resultado de esta decisión es que terminan las protecciones federales para la libertad reproductiva, y esta revocación tiene además como consecuencia el que cada estado se pueda legislar al respecto”, dijo Esparza.
“A partir de ahora, prácticamente la mitad de los estados, 24 de los 50 estados, pueden revertir el derecho al aborto en distintas etapas de la gestación, varios estados que tienen legislaturas conservadoras ya están listas para lanzar estas prohibiciones y restricciones muy estrictas, utilizando las llamadas ‘Leyes gatillo’, que sólo estaban esperando que se revirtiera la sentencia Roe vs Wade para que sus prohibiciones entraran en vigor, es decir al emitirse esta sentencia, a partir de ahora, cualquier estado puede aprobar restricciones al aborto”, explicó la experta.
Estadísticas analizadas por The Associated Press, publicadas el pasado 4 de mayo, más de un mes antes de la decisión del Tribunal estadounidense de prohibir el derecho al aborto, señalaba que las mujeres de las minorías, que ya enfrentan acceso limitado a la atención médica, se llevarán la peor parte.
El reporte de la agencia enfatizó que en todo el país las mujeres afroamericanas e hispanas son quienes en su mayoría no tienen seguro médico, especialmente en los estados con restricciones severas al aborto. Por ejemplo, en Texas, Mississippi y Georgia, al menos 16 por ciento de las mujeres negras y 36 por ciento de las hispanas no tenían seguro en 2019, unas de las tasas más elevadas del país, según información del Buró del Censo.
Los problemas se agravan aún más en estados sin programas eficaces de educación sobre la reproducción. La ley de Mississippi dice que la educación sexual en las escuelas públicas debe hacer énfasis en la abstinencia para evitar embarazos y enfermedades venéreas. Se prohíbe sostener discusiones sobre el aborto, y los instructores podrían no demostrar cómo usar condones u otros métodos anticonceptivos.
En lo que se refiere al efecto que generaría la prohibición del aborto sobre las mujeres de las minorías, los números son inequívocos. En Mississippi, las personas de raza negra representan el 44 por ciento de la población, pero el 81 por ciento de las mujeres que se someten a un aborto, de acuerdo con la Kaiser Family Foundation, que da seguimiento a las estadísticas de salud.
En Texas, representan 59 por ciento de la población y 74 por ciento de quienes abortan. Las cifras en Alabama son de 35 por ciento y 69 por ciento. En Luisiana, las personas de raza negra representan 42 por ciento de la población, de acuerdo con estadísticas del Departamento de Salud del estado, y aproximadamente el 72 por ciento de quienes se someten a abortos.
ROE CONTRA WADE
Esta histórica determinación tuvo lugar el 22 de enero de 1973, cuando la Suprema Corte de Estados Unidos aprobó proteger de manera constitucional la libertad de una mujer para decidir practicarse un aborto sin que el Gobierno de dicho país impusiera restricciones excesivas, con lo cual también se echaron abajo varias leyes que prohibían hasta ese momento la interrupción del embarazo en la nación norteamericana.
El caso se denominó Roe contra Wade debido seudónimo legal, “Jane Roe”, que utilizó Norma McCorvey contra el fiscal de distrito en Texas, Henry Wade, durante el proceso en el que alegó que las leyes antiaborto en el estado eran inconstitucionales, y que dio como resultado un fallo de la Corte de distrito en el norte de Texas a favor de Roe, decisión que apeló Texas apeló, situación que escaló hasta la Suprema Corte de Estados Unidos.
Con siete votos a favor y dos en contra, el Tribunal estadounidense resolvió a favor de McCorvey, con lo que se estableció la decimocuarta enmienda constitucional, con la que quedó protegido el derecho a la privacidad, que a su vez resguarda el derecho de una mujer de tener o no un aborto.
“La sentencia que acaba de emitir la corte en Estados Unidos [del 24 de junio de 2022], revierte el fallo Roe vs Wade, este caso paradigmático que se resolvió por la corte en los años 70, concretamente en el 73, en el que estableció que las mujeres tienen derecho a abortar sin intervención del estado, y hacen esta permisión gradual, es decir en el primer trimestre las mujeres tenían acceso sin ninguna intervención por parte del estado, en el segundo trimestre, estaba regulado por la protección a la salud de las mujeres y personas gestantes, y ya hasta el tercer trimestre cuando el estado puede intervenir hasta prohibir el aborto”, dijo Esparza.
Fue el pasado 2 de mayo cuando se filtró un borrador en el que se expresaba la “opinión mayoritaria”, de la Corte estadounidense, misma que fue redactada por el Juez Samuel Alito y que fue apoyada por sus colegas Clarence Thomas, Neil M. Gorsuch, Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barrett, estos tres últimos designados por Donald Trump cuando se encontraba en la presidencia de la Unión Americana.
En el documento se indicó que las votaciones estaban considerando aprobar una ley de Mississippi, emitida en 2018, en la que los abortos después de las 15 semanas de gestación están prohibidos, lo que se materializó este 24 de junio.
“Era algo que ya se estaba esperando, primero porque hubo esta filtración en mayo pasado de este proyecto, que fue prácticamente lo que se aprobó el viernes pasado, pero además porque la amenaza de revertir esta sentencia Roe vs Wade, sentencia que da fundamento al acceso al aborto, ya venía dándose desde hace décadas atrás, digamos que se materializó ya con esta sentencia que aprobó la Corte el viernes pasado”, dijo la coordinadora de investigación del GIRE.
Un grupo de manifestantes por el derecho al aborto sostiene pancartas durante una movilización frente a la Corte Suprema de Estados Unidos, el sábado 7 de mayo de 2022, en Washington. Foto: Amanda Andrade-Rhoades, AP
La sentencia del pasado 24 de junio no significa que el aborto esté prohibido en todo Estados Unidos.
Lo que indica es que las discusiones sobre la legalidad del aborto se desarrollarán ahora en las legislaturas estatales, donde, según lo señalado por Alito, las mujeres “no carecen de poder electoral o político”, por lo que se permitirá a los Estados regular o prohibir el aborto.
“Esto no significa el fin del derecho al aborto en Estados Unidos, esta decisión no significa eso, que ya no se pueda practicar el aborto en los Estados Unidos, simplemente que seguirá habiendo estados en donde el aborto siga siendo legal, pero evidentemente vamos a ver una oleda importante de estados que lo prohiban”, destacó la Esparza, sin embargo, apuntó que será necesario “ir litigando a través de las cortes locales que vayan regulando de manera restrictiva”.
“La lucha desde luego no termina aquí, este es un revés importante por parte de la corte de Estados Unidos que revierte esto logrado hace 50 años, pero la lucha feminista en Estados Unidos, el movimiento feminista en Estados Unidos es un movimiento importante que evidentemente va a dar la batalla”, agregó la experta, quien consideró que el movimiento feminista en México, y de toda la regióN, “estará ahí para arroparlas y para acompañarlas en este proceso”
“La marea verde en toda la región ha sido un movimiento importantísimo, no sólo en México, en Colombia, en Argentina, y casualmente estamos viendo una situación distinta en México de lo que pasó en Estados Unidos, ahora en México vemos justo estas resoluciones importantísimas de nuestra Suprema Corte, progresistas, y señalando la importancia de no criminalizar a las mujeres que desean interrumpir su embarazo, pero el acompañamiento es eso, aprender de las cosas que sí funcionaron para México o para la región, seguir impulsando”, expresó.
En Estados Unidos, 13 estados cuentan con las llamadas “leyes gatillo” que restringen en gran medida el acceso al aborto, mientras que nueve estados más tienen leyes anteriores a Roe, que nunca fueron retiradas, que restringen o prohíben el acceso al aborto. En total, casi la mitad de los estados limitan el acceso al aborto mediante una serie de medidas como la prohibición del mismo a partir de las seis semanas de embarazo –antes de que muchas mujeres sepan de hecho que están embarazadas– y la limitación de los motivos por los que se puede abortar, como su prohibición incluso en caso de anomalías fetales.
Mientras tanto, 16 estados y el Distrito de Columbia protegen el acceso al aborto de diversas maneras, con estatutos estatales, enmiendas constitucionales o decisiones del tribunal supremo estatal. Pero a aunque en ninguno de los estados que limitan el acceso al aborto se penaliza actualmente la acción de la persona embarazada, existe una amenazan a los proveedores de atención sanitaria con acciones civiles o penales, incluida la pérdida de su licencia para ejercer la medicina.
Por ello, la coordinadora de investigación del GIRE consideró que existe la posibilidad de que las mujeres en Estados Unidos decidan viajar a los estados fronterizos de México en donde el aborto sea legal, lo que eventualmente sería más económico que viajar en su propio país a los estados en donde está práctica sea legal.
“Es muy prematuro para saberlo porque es muy reciente, pensaríamos que lo más probable es que las mujeres se mueva dentro del mismo territorio de Estados Unidos hacia los estados donde sea legal, pero evidentemente puede pasar que las mujeres vean como una opción viajar a los estados de la República mexicana en donde esta despenalizado el aborto, y ver una demanda aumentada de estas personas que viajan a México, a lo mejor [consideren] es menos costoso para un viaje a la frontera que volar a estos estados azules, o a estos estados de la Unión Americana en donde el aborto es legal”, dijo.
Una mujer sostiene un letrero frente a una corte federal para protestar por el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre el aborto, el viernes 24 de junio de 2022, en Los Ángeles. El letrero dice: “No lamento mi aborto”.
Una mujer sostiene un letrero frente a una corte federal para protestar por el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre el aborto, el viernes 24 de junio de 2022, en Los Ángeles. El letrero dice: “No lamento mi aborto”. Foto: Jae C. Hong, AP
Respecto a la posibilidad de que otros derechos ganados en esa nación puedan resultar afectados, eventualmente, Esparza opinó que es una posibilidad, ya que no están expresamente establecidos en la Constitución de Estados Unidos.
“En Roe vs Wade se señaló que el derecho a la autonomía corporal es un derecho correspondiente a la libertad personal y que estaba expresamente protegido por la enmienda quinta y la decimocuarta, en cambio la sentencia de la que estamos hablando rechazó esta teoría con el argumento de que la capacidad de abortar no está profundamente arraigada, entre comillas, en la historia y tradición de la nación, lo que puede tener impacto no sólo en eso, sino también en el derecho a la anticoncepción, en derechos para parejas del mismo sexo, estos otros derechos que no están expresamente incluidos en la Constitución, pero están a través de otros precedentes permitidos”, concluyó.