El padre Javier Ávila, miembro de la Compañía de Jesús en la Zona de la Tarahumara, rechazó que la Iglesia quiera combatir la violencia con agresiones y muerte, como lo interpretó el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias matutinas.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para Radio Fórmula el cura aclaró que lo que se pide es la aplicación de la justicia y se juzgue al delincuente conforme a derecho.
No es politiquería. No pedimos ‘mátenlos’, para nada, eso no es normal, no es humano. (Pedimos) deténgalos, júzguenlos conforme a derecho, y punto, no se está pidiendo otra cosa”, sentenció.
De esta forma, el sacerdote jesuita consideró que el presidente López Obrador habla desde el desconocimiento de lo hecho por la Iglesia frente a la violencia, que insistió, es desde su posición como pastores.
Se me hacen muy poco afortunadas esas afirmaciones. Hablan de un desconocimiento muy gran del trabajo de la Iglesia, sobre todo del trabajo de nosotros en la Tarahumara”, lamentó.
En su caso particular el sacerdote ‘Pato‘ Ávila destacó que su lucha contra la violencia inició en los años 80, apenas un año después de su llegada a la Tarahumara.
Reclamó dos homicidios perpetrados por el Ejército mexicano y participó en la creación de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos A.C. (Cosyddhac), la primera comisión de derechos humanos en el norte de México.
Precisamente la Cosyddhac surgió derivado de un levantamiento de voces como Iglesia para reclamar al Ejército actos de tortura, vejaciones y privaciones ilegales de la libertad a una comunidad indígena, si bien fueron ignorados.
Ya gritábamos, hicimos marchas, hicimos una campaña que pegó mucho en el norte que se llamaba ‘Tortura nunca más’. Era una constante protesta de unos servidores”, recordó.
El sacerdote Javier Ávila sentenció que en lo particular sí ha reclamado las masacres, tal fue el caso de la ocurrida en 2018 en la ciudad de Creel.
Defendió que durante cuatro horas protegió los cuerpos de las 13 víctimas de aquella masacre e impidió que fuera alterada la escena del crimen.
Fue precisamente por denunciar esa masacre y exigir justicia que su vida se vio amenazada y desde entonces cuenta con protección federal mediante el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
En cualquier periodo -no nada más de gobiernos federales, gobiernos estatales-, tengo documentados muchísimos casos de quejas, de seguimientos, de denuncias, de recomendaciones que hemos hecho a diferentes gobiernos”, apuntó.
El padre acusó de “muy viscerales” las afirmaciones del presidente López Obrador sobre que la visión de la Iglesia en México está sesgada por su afinidad con los partidos conservadores.
Cuestionado sobre cómo recibieron en la comunidad religiosa las declaraciones del primer mandatario, precisó que no le dieron importancia porque son “fuera de la realidad” y ellos cuentan con toda la documentación de sus pronunciamientos contra la violencia.