Un Airbus A380-800 que la semana pasada operaba un vuelo de la aerolínea Emirates entre Dubái (Emiratos Árabes Unidos) y Brisbane (Australia) permaneció volando durante casi 14 horas con un enorme agujero en el lateral del fuselaje, sin que la tripulación ni los pasajeros se percataran del daño.
Según Aviation Herald, que recopila incidentes aéreos, los pilotos del vuelo EK-430 informaron de un fuerte golpe después de que el avión despegara del aeropuerto emiratí. Al suponer que uno de los neumáticos del avión podría haber estallado, los tripulantes advirtieron al control de tráfico aéreo en Brisbane.
Cuando la nave aterrizó con éxito y los pasajeros abandonaron el Airbus, los ingenieros encontraron un gran agujero en el carenado de la raíz del ala izquierda. Debido a la avería, el avión no pudo operar el vuelo de regreso y permaneció algún tiempo en la ciudad australiana.
Probablemente, la nave sufrió el daño en el fuselaje mientras se estaba separando del suelo, según opinan en la aerolínea.