Rusia ha continuado este miércoles con la ronda de expulsiones de diplomáticos de países de la Unión Europea, esta vez de Francia, España e Italia, en respuesta a acciones similares emprendidas por los países occidentales tras la invasión rusa de Ucrania.
Rusia expulsará a 27 diplomáticos y personal de la Embajada de España en Moscú y del Consulado General en San Petersburgo en respuesta a la expulsión de idéntico número de empleados de la delegación rusa en Madrid anunciada en abril por el Gobierno español, informó hoy el Ministerio de Exteriores ruso.
También fueron expulsados 34 diplomáticos franceses en respuesta a la medida adoptada por París en abril contra 41 diplomáticos rusos destacados en Francia.
Además Moscú anunció hoy también la expulsión de otros 24 diplomáticos italianos.
Este martes expulsó a dos diplomáticos finlandeses en respuesta a la declaración de persona non grata por parte de Helsinki en abril pasado de dos miembros de la Embajada rusa.
El pasado 19 de abril ya expulsó a 15 diplomáticos holandeses y a varios diplomáticos belgas en protesta por la expulsión de 40 diplomáticos rusos de los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo.
Las acciones rusas responden a expulsiones ya decididas por los países europeos.
Expulsión de diplomáticos rusos
En una decisión aparentemente coordinada, los tres países bálticos, Letonia, Lituania y Estonia, expulsaron el 18 de marzo a diez diplomáticos rusos, para expresar su solidaridad con Ucrania.
Estonia y Letonia expulsaron a tres diplomáticos, cada uno, mientras que Lituania declaró “persona non grata” a cuatro empleados de la embajada rusa en la capital, Vilna.
El 23 de marzo fue el turno de Polonia, en donde el Ministerio de Exteriores convocó al embajador ruso y adelantó que 45 diplomáticos de ese país serían expulsados de Polonia. Según Varsovia los servicios secretos consideraban que las 45 personas incluidas en la lista “trabajan para el servicio de inteligencia de Rusia”.
Países Bajos anunció el 29 de marzo la expulsión de 17 diplomáticos rusos, tras lo cual Bélgica declaró persona non grata a 21 funcionarios de la legación diplomática rusa e Irlanda, a cuatro. Chequia, por su parte, expulsó a un diplomático.
El Ejecutivo francés anunció el 4 de abril la expulsión del país de “numerosos” diplomáticos rusos al considerar que su actividad es contraria a los “intereses de seguridad” nacionales.
Alemania declaró el 4 de abril “persona non grata” a 40 diplomáticos rusos de la embajada de Berlín. En un comunicado emitido por Exteriores, se aludía a la “increíble brutalidad” de la cúpula rusa, plasmada en las imágenes procedentes de la ciudad ucraniana de Bucha.
El gobierno español acordó el pasado 5 de abril expulsar a 27 diplomáticos y personal de la embajada rusa en España por considerar que representaban “una amenaza para la seguridad” y como muestra de rechazo de la actuación de las tropas rusas en Ucrania.
El pasado 5 de abril, lista de diplomáticos rusos expulsados creció con la expulsión de personal diplomático de Dinamarca, que aseguró que iba a echar del país a quince diplomáticos rusos, y de Italia, y anunció la expulsión de 30 diplomáticos de la embajada rusa.
Ese mismo día Suecia decidió que tres diplomáticos rusos abandonaran el país. Portugal declaró personas no gratas a diez empleados de la embajada de Rusia y Eslovenia que protestó ante el embajador de Rusia por la matanza de civiles en Bucha y otras localidades ucranianas, decidió limitar el número del personal de la embajada rusa de 41 a 8 empleados.
Además, Rumania hizo lo propio con la expulsión de diez diplomáticos rusos. La jornada la completaron las autoridades de Letonia y Estonia que anunciaron el cierre de un total de cuatro consulados rusos en sus respectivos territorios y la expulsión de 27 diplomáticos y personal de esas representaciones.
El 6 de abril, Grecia declaró persona non grata a doce miembros de la embajada y de los consulados de Rusia en el país. Noruega anunció la expulsión de tres diplomáticos rusos por actividades “no compatibles con su estatus”.
El 7 de abril, las autoridades austriacas anunciaron que cuatro diplomáticos debían abandonar el país antes del 12 de abril por haber violado la Convención de Viena que regula las relaciones diplomáticas.