La mujer, de 73 años, estuvo casada con su primer marido hasta 1981. Tras su muerte, comenzó a recibir una pensión de viudedad por parte del Estado. Un año después, contrajo matrimonio nuevamente y, de acuerdo con la ley austríaca, cada vez que la viuda se casaba podía reclamar una ayuda económica de 27.000 euros (alrededor de 28.000 dólares).
Seis años más tarde, la pareja se divorció por primera vez alegando una «ruptura irreparable» debido al trabajo de camionero del esposo. Sin embargo, esta separación dio inicio a un ciclo de matrimonios y divorcios que mantuvieron por décadas sin ser detectados. Aproximadamente, cada nueva unión duraba solo tres años.
A principios de 2024, el fondo de pensiones de Austria se negó a pagar por el nuevo matrimonio de la viuda. Ante esto, la pareja interpuso una demanda que fue desestimada por el organismo. Además, se inició una investigación en la que se descubrió que, durante sus supuestos divorcios, nunca se separaron y continuaron compartiendo vivienda. Según familiares y vecinos, ambos llevaban un «matrimonio modelo». Ahora, la pareja espera un juicio por cargos de fraude.