Y no deberían estar ahí
Hace décadas que tenemos una idea aproximada de cómo es el interior de nuestro planeta. A pesar de ello, no son raras las ocasiones en las que los geólogos logran descubrir nuevos y singulares aspecto de aquello que queda cubierto por la superficie que pisamos.
Una placa tectónica oculta. El último descubrimiento anunciado por estos científicos es el de una nueva placa tectónica. Una que, a diferencia de las placas conocidas en las que se divide la superficie de nuestro planeta, se oculta debajo de otra placa de mayor tamaño, bajo aguas del océano Pacífico.
Más allá de la zona de subducción. Lo más intrigante de esta placa es su ubicación, pero no por el hecho de que se encuentre debajo de otra placa, sino por encontrarse lejos de las conocidas zonas de subducción. Para entender el por qué, conviene quizás recordar qué son las zonas de subducción.
La subducción es una forma de interacción entre dos placas tectónicas. Sucede cuando ambas ejercen presión la una frente a la otra. Fruto de este empuje, una de las placas acaba deslizándose bajo a la otra. La placa superior avanza por la superficie, mientras que la inferior va hundiéndose hacia el manto terrestre.
La zona por la que se desplaza la placa hundida es lo que denominamos zona de subducción. Encontrar rastros de una placa tectónica en estas zonas no sería nada raro. Sin embargo, el equipo responsable del nuevo estudio se topó con estos restos en un área del Pacífico occidental lejana a cualquiera de las zonas de subducción conocidas.
Estudiando las ondas sísmicas. Estudiar lo que ocurre a decenas o cientos de kilómetros bajo nuestros pies es una tarea compleja. No podemos levantar las placas tectónicas como si de una alfombra se tratara. Las excavaciones más profundas realizadas por la humanidad apenas son capaces de arañar la frontera de la corteza terrestre.
Una de las herramientas habituales para estudiar el interior del planeta se basa en la propagación de las ondas sísmicas. Las ondas se desplazan de distinta forma en función de las características del material que surcan: su temperatura, densidad y composición química son variables que afectan a la propagación de estas ondas.
El análisis utiliza un nuevo modelo de alta resolución para el estudio de estas ondas, lo que debería permitirnos conocer nuevos detalles de lo que se oculta bajo la superficie terrestre. En esta ocasión ha servido para encontrar restos de una placa tectónica hundida lejos de las zonas de subducción, lejos de donde “debería” estar. Los detalles del estudio fueron publicados recientemente en un artículo en la revista Scientific Reports.
Un mundo por descubrir. El hallazgo conlleva más preguntas que respuestas. Según el equipo responsable de este, el conocimiento presente de la tectónica de placas no es capaz de explicar cómo pudo llegar el material hasta el lugar donde ha sido hallado, en un lugar donde la historia geográfica reciente no ha visto zonas de subducción que podrían explicar la presencia de estos restos.
No están seguros de qué tipo de materiales están involucrados en este proceso ni cuáles son las dinámicas geológicas que han conducido a la aparición de los restos en el recóndito lugar donde fueron hallados.
“Ese es nuestro dilema. Con el nuevo modelo de alta resolución podemos ver tales anomalías por todas partes en el manto terrestre. Pero no sabemos exactamente qué son o qué material está creando los patrones que hemos descubierto”, explicaba el equipo en una nota de prensa.