Rusia anunció el miércoles que facilitará a los habitantes de las regiones de Zaporiyia y Jerson (sur de Ucrania) la obtención de un pasaporte ruso, lo que fue denunciado por Kiev como una “violación flagrante” de su integridad territorial.
El gobierno ruso agregó que concederá los pasaportes gracias a trámites “simplificados”, según un decreto presidencial publicado el miércoles.
Ucrania denunció la instauración de este procedimiento especial y lo consideró una “violación flagrante” de su integridad territorial.
”El otorgamiento forzado de pasaportes a los ucranianos en Jerson y Zaporiyia es una nueva prueba del objetivo criminal de la guerra de Rusia contra Ucrania”, declaró en un comunicado el ministerio ucraniano de Relaciones exteriores.
Jerson está totalmente en manos rusas y Zaporiyia, parcialmente, tras la ofensiva en Ucrania iniciada por Moscú hace tres meses.
Las nuevas autoridades de las dos regiones expresaron su deseo de unirse a Rusia.
El decreto presidencial se aplica, desde 2019, a los habitantes de los territorios separatistas de Lugansk y Donetsk, cuyos militares participan desde febrero en los combates al lado de Rusia y contra Ucrania.
Centenares de miles de habitantes de estos territorios separatistas ya tienen pasaporte ruso.
El lunes, las autoridades prorrusas de Jersón anunciaron la instauración de la moneda rusa, el rublo, en la región, de manera paralela a la grivna, la moneda ucraniana.
Jerson, cuya conquista supone el único verdadero éxito militar de Moscú desde el inicio de su invasión de Ucrania, el 24 de febrero, se encuentra al norte de la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014.
“Habrá una solicitud [al presidente ruso] para hacer que la región de Jersón sea sujeto pleno de la Federación de Rusia”, declaró Kirill Stremusov, jefe adjunto de la administración cívico-militar de este territorio.
La toma de Jerson puede permitir la creación de un puente terrestre que una Crimea, la región separatista prorrusa Donetsk (en el Donbás) y el territorio ruso.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que “corresponde a los habitantes de la región de Jersón decidir si deben hacer un pedido” al presidente Vladimir Putin. Una perspectiva considerada descabellada por las autoridades ucranianas.