Un equipo internacional de astrónomos ha detectado un nuevo Objeto Cercano a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés) de clase Apolo que cruza la órbita de la terrestre. Con sus 1,5 km de ancho, el bautizado como NEO 2022 AP7 probablemente sea el asteroide potencialmente peligroso más grande descubierto en casi ocho años, comunicaron este lunes.
Para buscar estos objetos en el espacio entre las órbitas de la Tierra y Venus, una región denominada sistema solar interior, los astrónomos emplearon la Cámara de Energía Oscura (DECam, por sus siglas en inglés). Esta se encuentra montada en el Telescopio Víctor M. Blanco, que tiene un espejo de 4 metros de diámetro y está ubicado en el Observatorio Interamericano Cerro Tololo, en Chile.
Esta región cósmica es muy complicada para las observaciones, ya que los buscadores de asteroides tienen que enfrentarse a las interferencias del resplandor del Sol. Sin embargo, aprovechando los escasos minutos del crepúsculo, los astrónomos encontraron a 2022 AP7 y a otros dos raros asteroides de clase Atira/Apohele, 2021 LJ4 y 2021 PH27, de diámetros ≳1 km, que tienen órbitas completamente interiores a la órbita de la Tierra.
“Hasta ahora hemos encontrado dos grandes asteroides cercanos a la Tierra que tienen aproximadamente 1 km de diámetro, un tamaño que llamamos asesino de planetas”, dijo Scott S. Sheppard, astrónomo del Instituto Carnegie (EE.UU.). 2022 AP7 tiene una órbita que algún día podría colocarlo en el camino de la Tierra, mientras que 2021 LJ4 y 2021 PH27 tienen órbitas que no representan ninguna amenaza.
Asimismo, 2021 PH27 es el asteroide conocido más cercano al Sol, sufriendo mayor efecto gravitacional que cualquier otro objeto en nuestro sistema solar. Su superficie se calienta lo suficiente como para derretir el plomo.
“Es probable que solo queden unos pocos NEO con tamaños similares por encontrar y estos grandes asteroides no descubiertos probablemente tengan órbitas que los mantengan en el interior de las órbitas de la Tierra y Venus la mayor parte del tiempo”, agregó Sheppard. “Hasta la fecha, solo se han descubierto unos 25 asteroides con órbitas completamente dentro de la órbita de la Tierra”, detalló.
La detección de este tipo de objetos no resulta fácil. “Se requieren grandes áreas de cielo porque los asteroides internos son raros, y se necesitan imágenes profundas porque los asteroides son débiles y estás luchando contra el brillante cielo crepuscular cerca del Sol, así como contra el efecto distorsionador de la atmósfera de la Tierra”, explicó Sheppard. “DECam puede cubrir grandes áreas del cielo a profundidades que no se pueden alcanzar con telescopios más pequeños, lo que nos permite profundizar más, cubrir más cielo y sondear el sistema solar interior de una manera nunca antes vista”, añadió.
Estas poblaciones de asteroides interiores son importantes para completar el censo de asteroides cerca de la Tierra, incluidos algunos de los impactadores terrestres más probables que no se pueden descubrir fácilmente, escribieron los autores en un artículo publicado recientemente en The Astronomical Journal.