BUSCAN CASTIGOS SEVEROS PARA MENORES ANTE AMENAZAS FALSAS DE VIOLENCIA

A la luz de los trágicos eventos de esta semana en Uvalde, Texas, la Oficina de la Procuradora del Condado de El Paso, Jo Ann Bernal, dio a conocer que buscará un castigo severo para los menores que realicen amenazas de violencia falsas en las escuelas de esta región.

“Queremos recordarle a nuestra comunidad la seriedad de hacer falsas amenazas de violencia escolar en las redes sociales”, dice un comunicado de la oficina.

El anuncio de Bernal se dio un día después de que el 25 de mayo padres de familia enviaran mensajes en redes sociales advirtiendo sobre la presunta presencia de un hombre armado en las inmediaciones o dentro del campus de Bel Air High School, ubicada en el Este y perteneciente al Distrito Escolar de Ysleta. (Ivanna Leos)

Aunque la Policía de El Paso (EPPD) no localizó a ningún sospechoso, la psicosis colectiva permeó entre el cuerpo estudiantil y académico.

Según la Sección 42.06 del Código Penal de Texas, las amenazas falsas que hacen que una persona tema una lesión corporal inminente o hacen que una agencia de aplicación de la ley responda e involucre a un campus escolar, son un delito grave de cárcel estatal.

“La Oficina del Fiscal del Condado toma muy en serio las amenazas de violencia contra nuestras escuelas, maestros y niños y procesa los casos remitidos a nuestra oficina con todo el peso de la ley”, asegura el comunicado.

Asimismo, la fiscal de Distrito Yvonne Rosales, emitió una declaración en la que condena las amenazas falsas y advierte el riesgo social que representan.

“Muchas personas han sufrido los efectos de las tragedias de violencia. Las fuerzas del orden público y los socorristas se toman muy en serio las amenazas de violencia masiva. Se dedican muchos recursos a responder a estas amenazas”, dice la declaración de Rosales.

“Cuando una persona denuncia una amenaza de violencia masiva, se pone en marcha una cadena de acontecimientos. Muchos miembros del personal policial y de primeros auxilios son llamados a la escena. Si se hace un informe de un tirador activo en una escuela (a menudo se difunde a través de las redes sociales), los niños, los maestros, el personal de la escuela y sus familias se asustan y se preocupan”, aseguró.

La fiscal dijo que, a menudo, se produce histeria colectiva, confusión masiva y falta de comunicación.

“Cuando alguien hace una amenaza falsa a las fuerzas del orden u otro personal de emergencia, incluso como una “simple broma”, esta cadena de eventos aún se pone en marcha. Las ramificaciones de una falsa amenaza son innecesarias; la gente todavía se horroriza, y el tiempo y los esfuerzos del personal de emergencia se desvían de las verdaderas emergencias”, aseveró.

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