Las decisiones de política monetaria del Banco de México no son “mecánicas” respecto a lo que decide la Reserva Federal, sino que depende de las condiciones cíclicas de la economía mexicana, señaló Galia Borja, subgobernadora de la institución durante su participación en el foro ‘Mercados de Capital de México’ organizado por Bloomberg.
Recordó que la postura monetaria de la Fed es uno de los elementos relevantes para la conducción de la política monetaria en México, debido a que las variables domésticas de la economía pueden verse afectadas por las condiciones monetarias internacionales, sobre todo en un ambiente de mayor aversión al riesgo y de alta volatilidad.
“Sin embargo, la sincronización entre el ciclo monetario de México y Estados Unidos es condicional al tipo de choques que enfrentamos, no es mecánica ni es un objetivo en sí mismo”, dijo.
Respecto a un desacoplamiento, la subgobernadora indicó que, en su opinión, le gustaría seguir viendo cosas positivas antes de anunciar una postura respecto al tema.
“No es por echar las campanas al vuelo, (por ejemplo) en el pronóstico anterior de Banxico ya fue revisado el margen de la inflación general. Si muchas variables (que analizamos) mejorarán, tendríamos que hacerlo”, dijo.
Resaltó que Banxico y muchos países de economía emergentes iniciaron el ciclo alcista de las tasas de interés antes que Estados Unidos, y aunque hay países como Brasil o Chile que ya anunciaron el fin de la tendencia, en México todavía no se ha llegado a ese punto.
“Cada decisión hay que tomarla con todos los datos acumulados, con mucha prudencia; nos importa la estabilidad de los mercados y creemos que la postura tiene que ser más orientada, no sin mencionar que con este cuarto incremento de 75 puntos base, que ahora podemos tomarlo como muy normalizado, pero no hay que perder de vista que nunca habíamos visto un incremento así, y ahora llevamos cuatro”, dijo.
Detalló que Banxico ha elevado en 600 puntos base la tasa de interés, al grado de llegar al 10 por ciento, mientras que la tasa de interés real se incrementó en 400 puntos base, situándola actualmente en 4.67 por ciento.
“El diferencial de la tasa de interés entre Banxico y la Fed es de 600 puntos base, superior a los 400 puntos base de la crisis de 2008″, y también mayor al promedio observado durante el ciclo monetario anterior, que fue de 500 puntos base, apuntó.
Respecto a su decisión personal de elevar la tasa de interés en 75 puntos base durante la última reunión de la Junta de Gobierno, la subgobernadora afirmó que se debió a su convicción de llevar a la tasa de interés real a un terreno claramente restrictivo necesario para conducir la inflación hacia su objetivo.
La subgobernadora de Banxico agregó que la fortaleza del peso se ha visto favorecida por los fundamentos macroeconómicos que han venido caracterizando a México.
Entre estos puntos, destacó una política monetaria prudente y oportuna con un banco central independiente; un balance fiscal responsable con una deuda pública cercana al 50 por ciento del PIB; una cuenta corriente equilibrada de -0.2 por ciento del PIB, y un sistema financiero estable y capitalizado, así como un nivel suficiente de reservas internacionales.
Durante el mismo evento, Emilio Romano, presidente y director General de Bank of America México, consideró que, en algún momento, las decisiones de política monetaria de Banxico se tendrán que desligar de las de Estados Unidos, sin embargo, esto podría ser contraproducente para el peso.
“Nuestra visión a principio de año, era que a medida que Estados Unidos subía las tasas agresivamente, se iba a fortalecer el dólar, pero el peso se mantuvo fuerte, el Banxico tomó decisiones propias y adecuadas para mantener la estabilidad de la moneda, pero una vez que se desligue, es cuando podrían crear presiones contra el peso”, afirmó.