Michelle Obama conversó con el programa BBC Breakfast.
Michelle Obama reconoció que tiene dificultades con sus pensamientos negativos sobre su aspecto y su “mentalidad temerosa”, pero que las mujeres necesitan “aprender a cómo querernos a nosotras mismas tal cual somos”.
En su nuevo libro, la exprimera dama de Estados Unidos revela que “odio cómo me veo a todas horas, no importa qué”.
Sin embargo, ha encontrado estrategias para ser más compasiva consigo misma, según le contó al programa BBC Breakfast.
“Todavía soy un proyecto en desarrollo y enfrentarme a mí misma cada mañana con algo amable sigue siendo un desafío”, dijo.
“Cada día trato, como digo en el libro, de saludarme con un mensaje positivo”, continuó.
“Y es realmente una pena que muchos de nosotros, especialmente las mujeres, tenemos dificultades aceptando nuestra propia imagen sin destruirla y descifrar qué es lo que está mal”.
“Creo que ese es el meollo de parte de nuestra ansiedad e infelicidad, porque si no empezamos aprendiendo a cómo querernos como somos, será difícil legarle eso a otros”.
“Así que me dedico a eso todos los días”.
La señora Obama, de 58 años, ocupó la Casa Blanca con su esposo Barack entre 2009 y 2017.
En la única entrevista que concedió en Reino Unido con motivo de su libro The Light We Carry (“La luz que llevamos”), la presentadora de BBC Breakfast, Naga Munchetty, comentó: “Usted es considerada como una fuerza motriz”.
“Usted se proyecta como una mujer segura de sí misma, una mujer establecida, una mujer inteligente… Si usted se siente así, ¿qué esperanza tenemos el resto de nosotras?”
La señora Obama respondió: “De eso se trata el compartir esto”.
“Todas tenemos estos pensamientos negativos que hemos cargado durante años, especialmente como mujeres y como mujeres de color, donde no nos vemos reflejadas en nuestra sociedad”.
“Creo que nos encontramos en una situación mejor, pero una de las cosas que abordé fue cómo crecí, no sólo como mujer negra, sino como una mujer negra y alta, antes de las épocas de Serena y Venus [Williams], antes de que tuviéramos la WNBA [la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino] y que tuviéramos otros ejemplos a seguir fuera de las gimnastas”.
“Es importante para nosotras reconocer quiénes podemos llegar a ser para sentirnos bien de nosotras mismas”.
“Vivir cómodamente con el miedo”
También habló sobre la importancia de lidiar con el “temor que surge naturalmente en todos nosotros”.
“Si puedes controlar tus temores, si puedes vivir cómodamente con el miedo -temerle a las cosas que realmente pueden ponerte en peligro, pero permanecer abierta a las cosas que te pueden impulsar hacia adelante- hay un verdadero crecimiento poderoso al otro lado de esa sensación de temor.
“Ahora puedo afirmar que todo lo que soy hoy día es el resultado de empujarme más allá de mi zona de confort, de calmar mi mentalidad temerosa y asumir ese desafío que de otra manera me hubiera podido detener”.
En el libro, Michelle Obama revela que el momento de mayor ansiedad en su vida fue cuando su esposo le dijo que quería lanzarse a la presidencia.
“Es extraño pensar que pude haber alterado el curso de la historia con mi miedo”, escribe.
Le dijo a BBC Breakfast que “valió completamente la pena dar ese salto al vacío” y apoyarlo.
Michelle Obama dijo que algunas veces duda si ella y su esposo hicieron alguna diferencia cuando estuvieron en la Casa Blanca.
“He vivido con el legado de muchas personas, particularmente personas afrodescendientes, incluyendo mis abuelos, cuyas vidas fueron restringidas por el miedo a algo diferente”, explicó.
Sus abuelos se criaron durante una época en que “existían temores reales de que si un hombre negro aparecía en el vecindario equivocado, a la hora equivocada, en el lugar equivocado, mirando de manera equivocada, podría significar su muerte”, expresó.
“Así que con el paso de cada año, siento como si el mundo de mis abuelos se iba achicando cada vez más, para ambos, hasta el punto en que no confiaban en nadie que no conocieran, ni siquiera en los médicos. Y eso, con uno de mis abuelos, fue lo que hizo que se perdiera de un diagnóstico de cáncer del pulmón”.
“Utilizo eso como un ejemplo de cómo tantos de nosotros estamos encerrados dentro de nuestra semejanza, temerosos de encontrarnos o entendernos con alguien que no se parezca a nosotros, que se sienta como nosotros, que esté de acuerdo con nosotros. Eso mantiene nuestro mundo pequeño y nos hace susceptibles a la desinformación, a la teorías de conspiración que enfrentamos.
“Empezamos a temer a cualquiera que no sea como nosotros. Eso no es saludable. De manera que quiero que los jóvenes en particular piensen en ese sobresalto de temor cuando lo enfrenten, que puedan distinguir entre el miedo que los va a mantener a salvo, y el miedo que los va a mantener atrapados en un mundo pequeño.
“¿Hicimos mella?”
Añadió que cada vez más personas “sienten como si no importaran en este planeta”, y que todavía está “resentida” de que Donald Trump hubiera sucedido a Barack Obama.
“Ese es el momento en que te tienes que preguntar, ¿valió la pena?”, observó.
“¿Hicimos mella? ¿Importó? Y cuando en mis momentos más oscuros, mi lugar más irracional, podría decir, pues, tal vez no. Tal vez no dimos la talla”.
“Pero luego veo a mi alrededor, y cuando hay más claridad, cuando puedo librarme de esas sensaciones y pensar más racionalmente, creo que, ¡por Dios!, hay todo un mundo de jóvenes que piensan diferente sobre sí mismos por la labor que hicimos.
“¿Se resolvió todo en los ocho años que estuvimos allí? Definitivamente no. Así no es como sucede el cambio. Pero plantamos un marcador en la arena. Empujamos la rueda un poco. Pero el progreso no es un ascenso firme y regular. Hay altos y bajos y estancamiento. Esa es la naturaleza del cambio”.
“Y por eso es que la labor que hacemos hoy en día es sobre el empoderamiento de la próxima generación”.
La pareja opera ahora al Fundación Obama, cuya misión es “inspirar, empoderar y conectar a la gente para cambiar su mundo”.