El PIB del sector cerró el año pasado 15.7% por debajo de su último pico, observado en el 2018, mientras que el empleo arrastró un déficit de 14%; informalidad predomina entre las unidades económicas más pequeñas del sector, recoge un reporte del Inegi.
Considerada como uno de los grandes generadores de mano de obra en México, la industria del vestido ve “difícil” recuperar los empleos perdidos durante la pandemia de Covid-19, al enfrentarse a la creciente informalidad y el registro del pico más alto en la historia en importaciones de prendas de vestir provenientes de China, reveló el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Jorge Quevedo Mendoza, director de estudios económicos del Inegi, informó que 85 de 100 microempresas dedicadas a la confección son informales; mientras que el promedio de la industria manufactura son 70 de cada 100.
En conferencia de prensa, el directivo del organismo autónomo comentó que, si bien la industria del vestido enfrentó un rebote en su PIB de 24% en el 2021 tras caer 29% en el 2020, aún no se recupera al nivel previo de la pandemia. El indicador está 15.7% por debajo de su último pico, correspondiente al 2018. “Falta mucho y se nada a contracorriente”, acotó.
Las empresas informales sólo aportan 2.4% a la producción de la industria, cuando las formales (14.6% del total de empresas) aportan el 98% al PIB.
Al presentar la publicación “Conociendo a la industria del vestido”, realizada por el Inegi con datos del sector confección, Quevedo refirió que esta industria fue una de las más golpeadas durante la pandemia con una pérdida 94,000 empleos entre el 2019 y el 2021, el equivalente a 14.2 por ciento.
En tanto, las importaciones en 2021 se ubicaron en su volumen más elevado de la historia, en donde 33.4% proviene de China y 27% de Estados Unidos.
Durante ese año, México importó 10,987 millones de dólares en prendas de vestir, y exportó 7,781 millones de dólares en ropa.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), Emilio Penhos Mougrabi, seis de cada 10 prendas de vestir que se comercializan en el mercado mexicano son ilegales.
Aunque, dijo: “vemos que inclusive es mayor a eso, no tenemos evidencia”, y se seguirá trabajando con las autoridades para tener el reporte preciso.
“Nos enfocamos a lo que se produce en el país, pero hay muchas cosas que llegan importadas de manera ilegal y son chinas. No estamos midiendo lo que se vende, es otra parte que tenemos que hacer, medir y calcular”, agregó el directivo del Inegi.
Para el sector confección -que emplea en mayor proporción a mujeres en talleres de prendas de vestir- ha sido complicado recuperarse, sostuvo el líder de la Canaive, ya que enfrenta diferentes problemáticas como la ilegalidad, contrabando y piratería.
Explicó que otros modos de operar de forma ilegal es, por ejemplo, que algunas prendas que entra a México y le cambian la etiqueta, difícilmente la autoridad comprobará que no es contrabando, además otras formas son que entran insumos al país para ser terminado y luego enviados al país dónde se venderán, sin embargo, no salen todas de México.