El ministro japonés del Interior, Minoru Terada, dimitió este domingo tras una serie de escándalos financieros y se convirtió en el tercer miembro del ejecutivo que deja su cargo en menos de un mes.
“Vengo a presentar mi dimisión al primer ministro”, aseguró Minoru Terada en una rueda de prensa, en que consideró que “mis problemas políticos no deben convertirse en un obstáculo” para el trabajo del Parlamento.
Terada, que también ocupa un escaño de diputado y forma parte del Partido Liberal Democrático (derecha), presentó su renuncia después de que reconociera que en su grupo de apoyo local inscribieron como tesorero a una persona fallecida.
El semanario Shukan Bunshun también lo acusó de pagos ilegales a algunos miembros de su equipo durante la campaña de las elecciones legislativas, celebradas el año pasado.
“Pido mis profundas disculpas después de que dimitieran una serie de ministros durante la sesión parlamentaria”, dijo el primer ministro nipón, Fumio Kishida, en declaraciones a la prensa.
La dimisión del ministro del Interior se produjo unos diez días después de la renuncia del ministro de Justicia, Yasuhiro Hanashi, por unas polémicas declaraciones sobre la pena de muerte.
El responsable de la cartera de Revitalización Económica, Daishiro Yamagiwa, también presentó su renuncia a finales de octubre a causa de un escándalo personal.