DEBANHI FUE ASESINADA Y SUFRIÓ ABUSO, DICE INFORME DE FORENSE: EL PAÍS

Debanhi Escobar fue asesinada y sufrió abuso sexual antes de morir, así lo determinó el análisis forense que encargó su familia y que esta noche dio a conocer El País, una versión que contradice una de las hipótesis principales de la Fiscalía General de Nuevo León acerca de que la joven de 18 años murió por un accidente al caer a una cisterna.


Debanhi, que desapareció el 9 de abril y cuyo cadáver fue encontrado casi dos semanas después en la cisterna de un motel a las afueras de Monterrey, fue golpeada varias veces con un “agente contundente” en la cabeza y murió antes de llegar al tanque de agua, dice El País en una nota publicada por la periodista Elena Reina.

“Se trata de una muerte violenta homicida”, concluye el texto citado por El País. “El cadáver presentó huellas de una relación sexual violenta”.

En este segundo dictamen forense —que analiza las imágenes de la exploración médica del cadáver, pruebas diagnósticas y conclusiones— señala que el cuerpo de Debanhi Escobar presentaba signos de violencia sexual, un dato que no mencionó ni analizó la primera autopsia.

“El cuerpo presenta huellas de una relación sexual vaginal, violenta y reciente”, cita El País. “Esto se deduce por haber encontrado equimosis violáceas y hematomas en la zona exterior de los genitales”.

La nueva necropsia que cita el diario concluye que la joven falleció antes de que su cuerpo fuera introducido o arrojado al tanque de agua, aunque no valora cómo llegó ahí. Coincide con la primera necropsia en la causa de la muerte, por profundos golpes en la cabeza. La lesión más grave, que le provocó la muerte, fue un duro impacto en la región frontal derecha del cráneo.

“Debanhi presentaba más lesiones en la cabeza y no sólo una, como parecía sugerir la conclusión de la primera autopsia que se hizo pública. Equimosis violáceas en ambos lados de la región frontal del cráneo, en párpados derechos e izquierdos, en el lado izquierdo de la nariz, en ambos labios, arriba de la oreja derecha y la región retroauricular derecha”, señala el documento citado por El País.

Según la manera de muerte que describe el doctor, “las contusiones craneofaciales son de origen externo al cuerpo y por ser intensas, repetidas y con diferentes ángulos de impacto, se deduce que fueron causadas por otra persona y que se trata de una muerte violenta homicida”.

El País también señala que la joven no murió ahogada, según la necropsia. “La cisterna contaba con una profundidad de agua de 90 centímetros, según mencionaron las autoridades en una rueda de prensa. Aunque el médico forense señala en el segundo dictamen que debió estar en una línea de flotación, boca abajo, pues la parte posterior de su cuerpo se muestra obscura y deshidratada, con respecto al análisis de la parte frontal, que se encuentra ‘reblandecida’ por el agua. Pero no se encontró líquido en el interior de la tráquea y de los bronquios”, de manera que el forense descarta la muerte por ahogamiento. Y apunta: “‘Ya se encontraba sin vida al momento de entrar al agua del lugar donde fue encontrado el cuerpo’”.

Agrega que otra de las pruebas forenses que determinan que no se cayó, además de la causa de muerte mencionada, es que no tenía ninguna fractura ni otras lesiones, además de las de la cabeza, según las radiografías que le hicieron al cadáver.

El caso de Debanhi causó conmoción en México, país en el que, en promedio, más de 10 mujeres son asesinadas cada día y en 2021 sumaron más de mil feminicidios.

En lo que va de año, el estado de Nuevo León ha registrado una ola de desapariciones con al menos una treintena de mujeres todavía sin localizar.

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