Un perro pastor resultó gravemente herido en el estado de Georgia tras una violenta pelea con una manada de coyotes, que intentó atacar a las ovejas que estaban bajo su cuidado. Sin embargo, consiguió mantener a salvo el rebaño y ahora se está recuperando de las graves heridas, informa 11Alive.
Una noche, a principios de noviembre, Casper, perro de montaña de los Pirineos, estaba vigilando el rebaño en su granja, cuando casi una docena se coyotes se acercó demasiado al redil. El propietario de Casper, John Wierwille, reveló que alrededor de las 2:30 de la madrugada le despertaron los ladridos de los perros, por lo que salió de la casa, y al acercarse, observó que varios coyotes intentaban atacar el rebaño. Al mismo tiempo, vio a sus dos perros, Casper y Daisy, arrinconando a las ovejas para salvarlas.
De acuerdo con Wierwille, Casper luchó durante aproximadamente 30 minutos. Tras matar a unos coyotes, el perro continuó: después de que los coyotes saltaran la valla, el perro estuvo persiguiéndolos.
Así, Casper mató a 8 coyotes, pero luego desapareció, mientras perseguía a los demás. “Al día siguiente, pensamos que podíamos encontrarlo, pensamos que lo debían haber matado y por eso lo buscamos. Si no lo mataron, pensamos que estaba herido, sabíamos que estaba herido, ya que encontramos partes de su cola y sangre y otras cosas, así que estábamos preocupados por él”, dijo Wierwille.
Casper volvió a su casa 2 días después. “Parecía muerto, es decir, tenía un aspecto terrible. Volvió a la casa y me miró como diciendo: ‘Jefe, deja de mirar lo mal que estoy, cuídame’”, recuerda su propietario.
Posteriormente, Wierwille se puso en contacto con LifeLine, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a los animales en EE.UU. Gracias a las donaciones, el heroico perro fue sometido a múltiples cirugías para curar las heridas del cuello y el lomo, así como una para amputarle la cola. Ahora su vida ya no está en peligro, pero queda un largo camino para su recuperación.