Un 20 por ciento de los desplazados forzosos del mundo, aproximadamente 20 millones, se encuentran en América, según concluyó el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, Filippo Grandi, tras una visita de cuatro días a la región.
“Los países de América Latina y el Caribe están realizando importantes esfuerzos para prevenir los desplazamientos (…), pero las comunidades locales y los países de acogida también necesitan apoyo”, afirmó Grandi, quien pidió soluciones urgentes para este colectivo.
“Insto a los gobiernos donantes, a las agencias de desarrollo, a las instituciones financieras internacionales y al sector privado a que inviertan más en los países de origen, tránsito y destino para apoyar las respuestas ejemplares que se están llevando a cabo en la región”, pidió.
El aumento de la violencia en algunos países de la región, el encarecimiento de la vida, las dificultades económicas derivadas de la pandemia de COVID-19 o el aumento de la pobreza y del desempleo son algunos de los motivos que fuerzan a las personas a tener que abandonar sus hogares, mencionó el alto comisionado.
Grandi especificó los casos de Venezuela, donde el número de migrantes y refugiados se cuenta por millones, y de Colombia, donde los desplazamientos se producen principalmente dentro del país.
Durante su viaje -que comenzó el pasado 12 de diciembre y finalizó el día 16- Grandi asistió a la reunión anual del Marco Integral de Protección y Soluciones Regionales en Tegucigalpa (Honduras), un mecanismo regional ideado para fomentar la cooperación en materia de desplazamiento forzado entre México y los países de Centroamérica.
Además, el alto comisionado se reunió en Honduras con organizaciones de la sociedad civil que buscan prevenir estos desplazamientos.
Grandi también visitó Colombia, donde “a pesar del proceso de paz, la gente sigue siendo desplazada por la violencia”, mencionó.
El alto comisionado pidió la inclusión de las perspectivas de las comunidades más afectadas en el proceso de paz.
El italiano culminó su gira de trabajo con una visita a Ecuador, donde fue testigo directo de algunas iniciativas de integración locales para los refugiados y los migrantes de otros países como Venezuela o Colombia.
“Estoy convencido de que la mejor manera de prevenir nuevos desplazamientos (…) es a través del desarrollo, lo que incluye facilitar la integración y la inclusión de los refugiados y otras personas desplazadas de manera forzosa”, concluyó Grandi.