Profesores Investigadores adscritos al Centro INAH Chihuahua exigieron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que en el marco de su competencia negaran la autorización a la empresa minera “Samalayuca Cobre S. A. DE C. V.”, subsidiaria de la empresa canadiense “VCC Exploration Corporation”.
En la solicitud señalan que debido a que la explotación por tajo a cielo abierto afectará directa o indirectamente cualquier área de sitios arqueológicos y los conjuntos de formaciones rocosas que contienen petrograbados arqueológicos en el interior de la Sierra de Samalayuca localizada al sur de Ciudad Juárez, Chihuahua, es que no se debe autorizar la operación.
En el año 2019, la “empresa” ingresó la solicitud del “Proyecto Minero La Gloria” mediante el trámite INAH-05_001 (visto bueno de obra en áreas de monumentos arqueológicos o en que se presuma su existencia) por medio de Ventanilla Única en el Centro INAH Chihuahua con el fin de solventar los permisos oficiales y contar con la autorización definitiva para explotar cobre con una concesión equivalente a la mitad de la Sierra en mención.
La dirección del Centro INAH comisionó a un equipo de arqueólogos para revisar las bases de datos que contienen los sitios arqueológicos registrados previamente ante la Direcciónn del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del INAH (DRPMZAH) en gabinete, para posteriormente realizar la inspecciónn arqueológica en el área del proyecto, en donde se encontró abundante evidencia arqueológica dentro y fuera del polígono de afectación, conduciendo a la presentación de un dictamen que prevee la afectación directa e indirecta de los sitios y de los conjuntos con arte rupestre; en caso de realizarse el proyecto.
La compañía insistió dos veces más en el 2020 y 2022 con nuevas “adecuaciones” a su proyecto original las cuales volvió a presentar a mediante el trámite INAH-05-001, recibiendo de manera reiterada la respuesta negativa por parte del área facultada y especializada del Centro INAH Chihuahua. Sin embargo, en diciembre de 2022, la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), ubicada en la Ciudad de México, ha subestimado el dictamen arqueológico del Centro INAH y ha manifestado una postura permisiva al proyecto minero, lo cual pronostica un resolutivo favorable a la empresa por parte de las oficinas centrales del INAH, lo que derivaría en la destrucción del patrimonio cultural y natural del país.
El análisis del área responsable del proyecto Samalayuca del Centro INAH Chihuahua ha considerado que, por las características de los contextos arqueológicos en caso de realizarse el proyecto minero existe un elevado riesgo de fragmentación y/o pérdida total de la integridad de los petrograbados debido al tránsito de maquinaria pesada, del uso de explosivos y de intentos de remover o transportar el material arqueológico así como por los procesos regulares de aprovechamiento del mineral de cobre.
“En la disciplina arqueológica se tiene claro que uno de los fundamentos arqueológicos en el estudio del arte rupestre es el contexto arqueológico, así como el paisaje, que permiten entender todos los elementos de manera integral y su contexto arqueológico. El tajo abierto afectará la visual, que pondrá a la vista el agujero de gran escala acompañado de maquinaria que afectará la consolidación y apreciación de estos elementos arqueológicos”, se expresó en el documento firmado por los profesores.
La Sierra de Samalayuca contiene una complejidad cultural de enorme importancia, resguarda numerosas expresiones arqueológicas constitutivas del patrimonio del país, así como evidencia asociada que tiene representatividad de todos los periodos históricos, comenzando desde el paleoindio, el arcaico, el periodo medio abarcando también el contacto español y el contemporáneo.
Fuera del polígono de actividad minera también existe una gran concentración de sitios arqueológicos diversos lo que incluye petrograbados aún no registrados.
El soporte donde están los petrograbados se encuentra constituido por areniscas y lutitas, por lo que, en caso de desarrollarse el proyecto, las ondas causadas por los explosivos afectarán la consolidación de las rocas. Se corre el riesgo de fragmentación y colapso. Las tolvaneras irán cubriendo las rocas y se tendrán problemas de deterioro a causa del tránsito de la maquinaria, explosivos y derrumbes.
En la década de 1990 se hizo un trabajo arqueológico de registro de las unidades principales donde hay presencia de arte rupestre. En la actualidad conforme se van realizando más estudios van en aumento los hallazgos de sitios, arte rupestre (principalmente petrograbados) y materiales arqueológicos en superficie identificados. Se cuenta con 30 sitios arqueológicos registrados en la DRPMZAH con un conteo de alrededor de 1000 rocas con petrograbados, considerando que cada roca cuenta con una figura hasta 100 y que la zona nunca ha sido sistemáticamente recorrida hasta el momento, y se tiene la expectativa de alrededor de 3000 rocas con petrograbados.
Los firmantes señalaron que la dirección de salvamento arqueológico del INAH cae en irregularidades al realizar injustificadamente una inspección arqueológica por su propia cuenta, sin dar aviso a las autoridades del Centro INAH Chihuahua ni a los integrantes del área de arqueología, desconociendo e invalidando el trabajo ya realizado por este equipo.
Añadieron que cualquier decisión por parte del INAH sobre el otorgamiento de permiso para operar debe considerar el dictamen técnico del área técnica facultada del Centro INAH Chihuahua.
“El Instituto debe cumplir con la palabra del presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, cuando el 1o de octubre del 2020 en Ciudad Juárez Chihuahua anunció la cancelación definitiva del proyecto minero La Gloria. Hacemos un llamado a una actuación transparente por parte de las instancias centrales del Instituto y a cualquier decisión que lleve a la destrucción del patrimonio cultural, arqueológico e histórico del estado de Chihuahua y el país”, concluyeron.