Los pacientes con problemas psiquiátricos, de depresión, con ataques de ansiedad e insomnio han enfrentado dificultades para adquirir medicamentos como Geodon, Bromazepam o Clozapina debido a un aumento en la demanda y dificultades en su producción por la ruptura de la cadena de suministro y el alza en la prevalencia de este tipo de enfermedades.
Geodon de Pfizer, es un fármaco utilizado para tratar la esquizofrenia y el trastorno bipolar, se agotó desde junio del 2020 en los anaqueles de algunas unidades de Farmacia San Pablo y Walmart.
“Hay directivos de laboratorios que comentan que ya están agotando existencias de medicamentos controlados y no están produciendo al mismo ritmo que se requiere porque no logran oportunamente la materia prima importada”, alertó Maribel Coronel, analista especializada en el sector salud.
Juan Castro, nombre ficticio para resguardar su identidad, relató que ha tenido que recorrer diversas farmacias en la Ciudad de México para encontrar tabletas de Bromazepam.
“Hay algunos faltantes intermitentes, pero tiene que ver un poquito con el tema de producción de los laboratorios, que se tarda un poco que se liberen las sales en las aduanas, pero en términos generales no tenemos desabasto general, es sólo desabasto intermitente, que se resuelve en un par de días”, aseguró Juvenal Becerra, presidente de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (UNEFARM).
Pacientes importan Dislep de Costa Rica
Otro producto que está completamente agotado de las farmacias es el medicamento Dislep, de la empresa española Ferrer.
“Le comento que tenemos un periodo de desabasto a nivel nacional con nuestro producto Dislep y aunque esperamos resolver el problema durante los meses siguientes, sugiero, lo comente con su médico tratante para que pueda asesorarle sobre otra opción terapéutica que cubra sus necesidades”, respondió vía correo electrónico Alaina Castro, directora médica de Ferrer a un paciente que tuvo que “importar” desde Costa Rica el medicamento a través de amigos y familiares.
El Dislep es utilizado para la regulación intestinal en tratamientos como la gastroparesia diabética, neoplasia, y somatizaciones viscerales en sujetos ansioso-depresivos.
“La escasez de fármacos se atribuyó a los problemas de logística a nivel internacional por la pandemia, pero realmente también obedeció a la tardanza en los trámites y autorizaciones tanto en aduanas como ante el regulador sanitario, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)”, explicó Maribel Coronel.
La Cofepris ha triplicado en algunos casos los tiempos de espera para ciertos trámites, por mencionar un ejemplo, la autorización del permiso de importación que antes tardaba de 10 a 15 días, hoy demora hasta 45 días.
Demandan cápsulas para Antiflu-Des y Vitacilina se agotó
Francisco Larrondobuno, director de marketing para la farmacéutica Chinoin, reveló que el otro problema que han enfrentado son los traslados de su materia prima, pues han tenido que ampliar los tiempos de hacer los pedidos y adelantarlos.
“Fuera de ser materia prima, hay mucho retraso (en el abasto) de las cápsulas, nosotros las adquirimos de diversos proveedores, que tengan certificados, el consumidor no lo sabe, pero debe ser del mismo proveedor que certificaste con la Cofepris”, expuso.
La farmacéutica tiene entre sus principales medicamentos a Alin y Antiflu-Des, indicó.
La Vitacilina es otro de los productos agotados en farmacias desde hace varias semanas, y es que a inicios de diciembre se anunció que el grupo brasileño NC adquirió del holding japonés Taisho Farmacéutica, a las empresas Grupo Imperial, Kosei y Companhia Internacional de Comércio KSK, donde viene incluido el complejo industrial ubicado en la CDMX, y todo el portafolio de productos como Derman y Rocainol.
“Definitivamente no tenemos notificación de una salida de mercado por parte de Vitacilina, es más, sabemos que el próximo mes hay normalización de abasto y con ajuste de precio”, comentó Marcos Pascual, director comercial de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex).