La importación de vehículos usados desde el extranjero de forma ilegal a México en el acumulado de enero a agosto, sumó un total de 137 mil 533 unidades que cruzaron la frontera del país, lo que representó la cifra más alta observada desde el 2015, cuando se importaron más de 113 mil autos de ese tipo, principalmente desde Estados Unidos y Canadá.
Esta situación mantiene preocupados a representantes de las principales distribuidoras de autos nuevos y seminuevos en el país, integrados en la Asociación de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), así como plataformas para la venta de seminuevos, por el impacto al mercado y la regulación en materia de seguridad.
De acuerdo con cifras de estas organizaciones, la importación al mes de agosto de las más de 137 mil unidades significa ya el 19.9 por ciento del total de ventas de vehículos nuevos en el mercado interno mexicano.
Guillermo Rosales, presidente de la AMDA, dijo en entrevista que uno de los principales problemas es que la estrategia del gobierno para regularizar autos usados “ha sido un total fracaso”, pues desde 2019 que se presentó la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, a la fecha, la importación de coches ilegales ha aumentado casi un 44 por ciento.
“La regularización lo que ha propiciado es un incremento en el flujo de vehículos ilegales, de tal suerte que hoy en día tenemos más vehículos ilegales circulando y más vehículos entrando todos los días, que los que teníamos en enero de 2019 cuando se publicó el decreto de regularización”, señaló.
En los primeros ocho meses de 2019, la importación de autos usados al país representó un total de 103 mil 63 unidades, un 33.4 por ciento menos que los más de 137 mil vehículos importados en el mismo periodo del 2022.
Luego, en 2020 la importación de estos automóviles cayó hasta las 78 mil 494 unidades, por el cierre de fronteras a raíz de la pandemia y en el 2021, con la apertura económica, la cifra se disparó a 106 mil 502.
“Lo que ha propiciado esta regularización es un incremento de la corrupción, la corrupción está presente en las aduanas, en los gobiernos estatales, en los gobiernos municipales, en la Guardia Nacional, que permite en las carreteras el tránsito de los vehículos ilegales para trasladarlos desde la frontera hasta los puntos de venta”, dijo.
Agregó que “lo que está cada vez teniendo mayores evidencias en las ciudades de la frontera es la presencia del crimen organizado en las zonas de las aduanas para poder regular, ordenar y controlar el tráfico del contrabando y por lo tanto es un fracaso rotundo esta decisión del presidente”.
José Zozaya Délano, presidente ejecutivo de la AMIA, señaló que el propósito inicial de regularizar a los llamados “autos chocolate” por parte del gobierno federal, era permitir a familias de menores ingresos el acceso al financiamiento de vehículos económicos; sin embargo, la estrategia falló y cayó en manos de la ilegalidad y de los grupos delictivos.
“Es engañoso esto porque estos vehículos, primero no sabemos la procedencia del auto, segundo no pasan ninguna prueba mecánica ni de contaminación, muy probablemente sean vehículos inseguros que puedan causar mayor número de accidentes. Entonces en unos meses nos convertiremos en un basurero automotriz de otros lados”, indicó.
Añadió que esta situación de la importación descontrolada de autos ilegales a México no solo afecta las ventas de automóviles nuevos, sino que además daña la imagen del país para la atracción de inversiones en el sector automotriz.
“Es un problema que las autoridades han tratado de resolver y a veces no sabes si se resuelve o se agrava más la situación, pero la iniciativa privada que es el caso de nosotros, en todas las unidades que tú ves en nuestro marketplace que están a la venta, todas tuvieron una inspección de su origen para asegurar que las unidades no están registradas como robadas”, comentó Óscar Andrade, director de financiamientos de OLX México.
La venta de vehículos seminuevos, tanto a nivel de particulares como de agencias en el país, ha ganado terreno ante la escasez de autos nuevos por la pandemia. Óscar Andrade, director de financiamientos de OLX México, una plataforma para la venta de estos coches, señaló que esta situación ha beneficiado las transacciones de este tipo de unidades tras la emergencia sanitaria .
“Estimamos nosotros que por cada auto nuevo hay seis seminuevos que se están vendiendo y no es excepción en este momento, hoy la industria de nuevos anda aproximadamente sobre 1 millón de unidades”, expuso.
Kavak, el unicornio mexicano de venta de coches seminuevos, ha aprovechado esta oportunidad para capitalizar su expansión.
“Vemos en los países donde operamos que 2 de cada 10 personas tiene un auto, cuando vemos que en países más desarrollados como Estados Unidos o en Europa, alrededor de 7 u 8 de cada 10 personas tiene un auto, entonces creemos que quitando estas barreras y facilitando el acceso a estas personas, podemos hacer que estos mercados crezcan”, dijo Federico Ranero, COO de Kavak.